Juego de contar Wooly

Base de Evaluación: [Evaluación de Resonancia 1631-G] El momento exacto del Despertar de la Resonadora Encore sigue siendo incierto. Según los informes de Encore y la inspección de resonancia, las entidades similares a ovejas que la acompañan se consideran manifestaciones de su imaginación y estado psicológico. Se cree que representan sus habilidades de Forte. Se encontró que la Evaluación de Resonancia de Encore estaba influenciada por la emoción colectiva en el entorno de prueba, exhibiendo una fuerte respuesta de Sintonía. La causa de su Despertar sigue sin confirmarse. Encore tiene una Marca Tácita en su espalda superior, y los exámenes posteriores al Despertar han revelado mutaciones físicas menores, incluyendo puntas de cabello similares a la lana. En momentos de estados emocionales intensificados, también puede manifestar cuernos similares a los de una oveja, lo que requiere precaución por parte del personal de prueba. El análisis de las muestras de prueba ha revelado una Curva de Rabelle no convergente con una forma de onda periódica notable, lo que clasifica a Encore como una Resonadora Congénita.

La gráfica de ondas de la Resonadora Encore muestra fluctuaciones en zigzag. El patrón del Dominio del tiempo es irregular. Tanto los valores de pico superior como inferior son altos y manifiestan proximidad al nivel de Criticidad. La onda muestra segmentos de cierta borrosidad y se puede ver una onda anormal. Criticidad resonante: relativamente alta, combinada con baja estabilidad. El riesgo de overclock es significativo. Se recomienda contactar con su guardián para exámenes de rutina y proporcionar intervención psicológica si es necesario. Nota garabateada: ¡Encore dice que Aalto NO es su guardián! ¡No quiere exámenes! ¡Le gustan más las historias! Nota para la anotación: Por favor, sé buena, pequeña. Tenemos caramelos para ti si quieres algunos.

"Si tienes preguntas que no pueden ser resueltas, no te preocupes, ¡solo pide ayuda a Encore! Si tienes respuestas que parecen inalcanzables, no te preocupes, ¡solo pide ayuda a Encore! Si hay lugares a los que no puedes llegar... aún así, no te preocupes, gritemos todos juntos ese nombre—'Encore'”.

Para aquellos que son nuevos en la Costa Negra, por favor, no dejen que la inquietantemente hermosa Flor Negra y la forma única de la organización de hacer "horticultura" los desconcierte.

Con la pequeña Encore a tu lado, cualquier duda será disipada por sus cálidos y entusiastas saludos. Ella es apasionada, segura de sí misma y verdaderamente auténtica. Esta encantadora amiga se asegurará de que tu viaje sea cualquier cosa menos aburrido. Solo recuerda sumergirte por completo en esos momentos íntimos con los Woolies de Encore — ¡Oh! Disculpas si Cosmos te choca accidentalmente, simplemente tiende a ponerse un poco... emocionado. Pero no hay necesidad de preocuparse, no quedará ni un solo rasguño en tu hermosa cara, de verdad.

Visitantes de lejos, por favor, dejen a un lado todas sus preocupaciones, despejen sus mentes y escuchen las cautivadoras historias de Encore. Es seguro aceptar sus pequeños regalos, que por lo general son hechos a mano por ella misma. Pero si, por casualidad, el regalo resulta ser algunos dulces, o... bueno, comida, solo asegúrate de estar preparado para su "audaz apariencia". Aunque, la verdad sea dicha, si cierras los ojos mientras comes, podrías sorprenderte al descubrir que no está tan mal.

Encore siempre es una compañera encantadora. Con ella, tu viaje estará lleno de emoción y tesoros sin límites. Ella tomará tu mano y te guiará por cada rincón y escondite del mundo. ¿Preocupado por los Disonancias Tácitas? No temas. Encore no es la típica niña que se escondería detrás de los adultos. Con un poco de sus llamas, cualquier Disonancia Tácita se convertiría en cenizas. ¿Y si accidentalmente prende tu cabello en llamas? Encore te asegura que será más cuidadosa la próxima vez. Después de todo, cambiar tu peinado de vez en cuando no suena como una mala idea, ¿verdad?

Ven ahora, unámonos a Encore en la gran aventura. Confía en mí, no hay nada en la Costa Negra más agradable que esto. Por supuesto, necesitarás estar completamente preparado. Toma una respiración profunda ahora, cuenta hasta tres y pregúntate a ti mismo: ¿Estás listo?

Encore no puede recordar exactamente cuánto tiempo Cosmos y Cloudy han sido parte de su vida. Siente como si siempre hubieran estado allí, entrelazados con su existencia desde el principio. ¿Quizás los conoció cuando era demasiado joven para recordar? De todos modos, sus primeros recuerdos vívidos de estos Wooly se remontan a un teatro abarrotado pero animado.

En aquel entonces, una obra cautivadora se desarrolló entre aplausos entusiastas y los vítores de los niños. Los niños de su edad llamaban apasionadamente el nombre del héroe, el escenario estaba débilmente iluminado con cortinas cerradas. Después de una breve confusión, los niños recuperaron su ritmo, cantando al unísono para un encore hasta que los tambores sonaron, y las cortinas se levantaron, dando la bienvenida al regreso del héroe.

Su madre, más precisamente, el caballero Wooly "interpretado" por su madre, adornó el escenario, blandiendo una larga espada que hizo huir al villano en derrota. El Wooly negro salvó a la princesa Wooly blanca, y luego vivieron felices para siempre.

Durante mucho tiempo, Encore asoció a su madre con el caballero Wooly negro. Este valiente protector del reino le recordó cómo su madre se ocupaba de ella. A veces, cuando Encore se comportaba mal, veía la misma expresión de severidad fingida en su madre y en el caballero Wooly.

De niña, Encore secretamente favorecía al adorable Cloudy, un detalle que nunca compartió con Cosmos.

Cloudy representaba a una princesa gentil con un corazón amable, adornada con hermosos vestidos y una corona, residía en un castillo de ensueño. La joven Encore aspiraba a ser una princesa, anhelaba vestidos elegantes, una corona majestuosa y una cama suntuosa en la que descansar. Los niños de espíritu libre como ella no se preocupaban por los monstruos más allá del castillo; era el deber del Wooly negro mantenerla a salvo, fuera del castillo era el campo de batalla del caballero.

Durante esos días, Cosmos y Cloudy eran simples peluches. Eran buenos amigos de Encore, pero después del tiempo de juego, siempre mantenían una distancia tranquila, yacían quietos en una caja sin pronunciar una palabra. Solo cuando caía la noche, se escuchaban susurros tenues al lado de la cama de Encore.

Sus pequeñas manos esponjosas acariciaban con ternura las mejillas de Encore, ofreciéndole consuelo y liberándola de las garras de las pesadillas.

No tengas miedo, Encore; los dulces sueños te esperan. Duerme bien, porque las aventuras con los Wooly se conservarán cuidadosamente en los sueños.

La primera vez que Cosmos y Cloudy hablaron con Encore fue en el funeral de su madre. Fue repentino; ella todavía recuerda vívidamente escucharlos, mientras la tierra sucia y las hojas marchitas caían sobre el ataúd.

Inicialmente, los peluches estaban acurrucados tranquilamente en los brazos de Encore, como siempre yacían en la caja que su madre llevaba para las actuaciones. Sin embargo, cuando los asistentes al funeral comenzaron a echar tierra sobre el ataúd, Cloudy emitió un aliento casi inaudible. El pequeño episodio pasó desapercibido para todos, excepto para Encore.

"Encore, Encore..." los peluches gradualmente aumentaron su volumen cuando se dieron cuenta de que nadie más les prestaba atención. Encore miró a su alrededor con cautela, tratando de confirmar que nadie más escuchó sus voces.

"Vamos, Encore. Estoy tan aburrido", se quejó Cosmos con franqueza. Sorprendentemente, su voz se parecía más a la de Encore que a la de su madre.

"Pero... pero Cloudy no quiere irse..." Cloudy sollozó. Encore luchó para discernir a quién se parecía, a veces a ella misma, y a veces más a su madre.

Luego, un breve silencio. El frío viento de la mañana aulló a través del cementerio, a través de la multitud en luto, llevando el sonido de la tierra cayendo sobre el ataúd más lejos.

"¡No!" Cosmos instó impacientemente, "¡No podemos esperar más! ¡El espectáculo casi ha terminado!"

Como si de repente recordara algo, Cloudy se puso ansioso, "¡Encore, Encore! ¡Vamos al teatro! ¡Vamos al teatro!"

Mirando a la distancia, más allá de los sombríos árboles del cementerio, Encore se fijó en el desgastado pero aún llamativo letrero del teatro. Escuchó la risa de los niños, su alegría desinhibida contrastaba con los sombríos sonidos de la grava y la tierra.

Entre las miradas de desaprobación de sus parientes, Encore huyó del cementerio y llegó al teatro abandonado. Al abrir la puerta, el silencio polvoriento se vio perturbado. Los cálidos focos brillaban en el escenario, revelando un mar de flores.

Entre las flores, la figura de su madre, que una vez se había marchitado, ahora brillaba con intensidad, encendiendo el anhelo de Encore por la mujer que tanto amaba.

"Mamá..." las lágrimas brillaban en los ojos de Encore mientras se tambaleaba hacia el escenario. Pero justo antes de que pudiera tocar a su madre, fue arrastrada con fuerza hacia la oscuridad.

El espectáculo había terminado. Las luces se atenuaron y las cortinas se cerraron con fuerza. Un silencio espeluznante llenó el teatro, mientras los demonios de la tristeza y el miedo se arrastraban. Encore estaba atrapada una vez más en su aterradora pesadilla.

"¡Encore!" gritó Cosmos.

"¡Encore!" ecoó Cloudy.

Para disipar el miedo de Encore y ayudarla a recuperar el valor, Cosmos y Cloudy continuaron gritando la única palabra que podía traer de vuelta el espectáculo: "ENCORE". Continuaron intentándolo hasta que Encore recuperó la conciencia y se unió a ellos gritando su propio nombre.

Momentos después, las cortinas se levantaron una vez más, acompañadas de redobles de tambor. Cuando las luces recuperaron la oscuridad, Encore emergió al escenario ante el entusiasta aplauso como el nuevo papel principal, acogida por el aplauso de Cosmos y Cloudy.

Abrumada, Encore no pudo evitar estallar en lágrimas. Toda la tristeza y el miedo se lavaron con sus lágrimas. Pronto, su habitual sonrisa reapareció en su rostro. Ahora, era el turno de Encore de interpretar al valiente caballero Wooly. Una nueva aventura estaba a punto de desplegarse.

Esta vez, se asegurará de que su historia tenga un final feliz.

Siendo la gran Consultora de la Costa Negra como es ahora, Encore todavía se niega a comportarse como una chica adulta. Para ella, crecer significa despedirse de los cuentos antes de dormir, una perspectiva que rechaza firmemente. La idea de dormirse con sueños vacíos y oscuros en lugar de los vibrantes colores de cuentos maravillosos no le agrada.

Afortunadamente, los adultos en la Costa Negra están felices de complacerla. Sin embargo, existe un desafío: ¿quién entre los adultos ocupados puede encontrar el tiempo para leer a Encore un breve cuento antes de dormir? Es entonces cuando Cloudy levanta su pequeña y esponjosa mano, seguida de la mano oscura y esponjosa de Cosmos.

En esta noche en particular, Cloudy le trajo a Encore la vieja historia de la Casa de Caramelos.

"Entonces... entonces..." La voz de Cloudy se desvanecía, se volvía más suave. Oh no, parecía haber olvidado la siguiente parte. Nervioso, Cloudy miró a su compañero, levantó la manta e intentó esconderse de la intensa vergüenza.

"¡Yo sé! ¡Yo sé!" Cosmos empujó con entusiasmo a Cloudy a un lado, se paró junto a la cama de Encore, y se hizo cargo con orgullo de la narración. "Entonces, la Gran Encore, bendecida por llamas ardientes, derrotó al gran gato malvado. ¡Su sucio pelaje se quemó por completo!"

"¿Y los amigos de la Gran Encore?"

"Todos estaban a salvo gracias a la Gran Encore, por supuesto. Desde entonces, la gente vivió feliz sin preocuparse por el gran gato malvado."

Encore se sumergió en la historia hasta que sus párpados sucumbieron a la irresistible llamada del sueño. Quería agregar que "la Directora Mamá NO es un gran gato malvado", pero estaba demasiado cansada para formar una frase completa. Al final, Cloudy y Cosmos, confundidos por la objeción murmurada de Encore, se unieron a ella bajo las suaves cobijas, y todos se sumieron en un sueño profundo.

En su sueño, Encore se encontró de nuevo en el orfanato, de pie frente a la Casa de Caramelos devorada por las llamas ardientes.

El techo se derritió en el infierno, y el jarabe hirviendo se derramó sobre el gato negro agonizante, aumentando su sufrimiento. La criatura era un grotesco símbolo de sus propias transgresiones. Encore presenció su final, la consecuencia inevitable de sus malvados actos.

Sin embargo, el Segador se negó a perdonar fácilmente a esta alma pecadora empapada en sangre inocente, eligiendo en su lugar torturarla y deleitarse en su confesión reacia.

Los gritos agonizantes resonaban a través del bosque. Todas las criaturas, una vez hienas agresivas y cuervos arrogantes, se acobardaban de miedo. En este lugar silencioso, solo Encore y las almas agonizantes aguantaban.

"Debe doler mucho..." Un ardiente resplandor iluminó el rostro de Encore mientras se acercaba al gato moribundo. Presionó suavemente su mejilla contra su cuerpo, acariciando su pelaje con sus pequeñas manos marcadas por cicatrices.

El gato gigante resentía a Encore por frustrar su plan, esperando que ella sintiera lo mismo. Después de todo, sus malvados actos eran lo suficientemente crueles como para ganarse el resentimiento de todos. Pero, ¿por qué? ¿Por qué solo sentía calor y tristeza de la pequeña mano de Encore?

Las llamas frenéticas danzaban alrededor de la Casa de Caramelos, con la aparente intención de devorar todo. Sin embargo, Encore no tenía miedo. Se apoyó contra el gato gigante y comenzó a cantar una canción de cuna.

Es una melodía que el gato había escuchado cuando aún se le llamaba "Directora Mamá" por Encore y otros niños en el orfanato. Había cantado la misma canción innumerables veces para cada uno de sus niños.

Encore siguió cantando, su voz se volvía ronca, hasta que las llamas ardientes se apagaron, hasta que el primer resplandor de la mañana adornó el cielo. Sintió la cálida luz del sol en sus yemas de los dedos, y la "bendición" del gato se desvaneció, desapareciendo en las profundidades brumosas del bosque.

Al mirar hacia abajo, el gato una vez enorme y feo se había transformado en un pequeño gatito, acurrucado en los brazos de Encore, durmiendo profundamente.

"¡La Directora Mamá no es un gran gato malvado!" El hablar dormida de Encore sorprendió al patrullero nocturno que pasaba por allí. "¡Encore ha derrotado a los malos, así que Mamá ya no necesita ser el gran gato malvado!" El patrullero nocturno sacudió la cabeza con resignación, divertida por la postura de dormir desordenada de la niña. Con delicadeza, arropó a Encore y continuó con su patrulla.

La primera impresión de Encore sobre Aalto se situó en algún lugar entre buena y mala. "Un adulto raro pero divertido", comentó. La vista de alguien usando gafas de sol en interiores la intrigó, pero usarlas en un lugar con poca luz también le pareció peculiar. Encore no lograba entender la razón detrás de ello.

Al notar a la enfermera guiando a este adulto raro adentro, Encore regresó rápidamente a su cama, fingiendo leer su libro de cuentos.

"Entonces... ¿eres la niña de las noticias? La del orfanato..." Aalto se quitó las gafas de sol, examinando a Encore con cuidado. La idea de que una niña tan pequeña lograra todo eso le pareció imposible. Recordó el titular que había vislumbrado en el periódico: "Niña de nueve años resuelve caso sensacional". Aunque no estaba seguro de la fiabilidad del contenido de los tabloides, tenía una misión aquí. Bueno, incluso ese dijo: "Esta es la decisión de Tetis". Y el Sistema Tetis nunca se equivoca.

"Qué tío tan raro eres. Encore no sabe de qué estás hablando". Dejando a un lado su libro de cuentos, Encore estudió a Aalto, imitando su examen anterior. Para ella, Aalto parecía un perro grande, o tal vez un lobo, un lobo gris afable que no le mostraría los colmillos.

"Ah, sí, eres Encore. Eso es. Eres a quien estoy buscando. ¡Espera! ¿Cómo puedes llamarme tío? Mira más de cerca. ¿Parezco tan viejo?" La expresión angustiada de Aalto solo hizo reír a Encore. Quizás un poco aburrida de su estancia en el hospital, decidió burlarse un poco más de este adulto raro.

"Está bien, Encore mirará más de cerca... ¡Sí! ¡Sigues siendo un tío viejo! ¡Un tío!"

Aalto suspiró de exasperación. "Aww..." Continuó, "Vamos, di algo agradable. Esto no es tarea fácil, ¿sabes? También tengo que cuidar a los otros pequeños de ese orfanato". Suplicó, sabiendo que ser burlado por un niño era insignificante en comparación con cumplir sus deberes para la Costa Negra.

"De todos modos, volviendo al tema. Pequeña, ¿vienes conmigo?" El tono de Aalto pasó de alegre a serio, pero pronto volvió a su habitual jugueteo, "Puedes tener todos los caramelos que quieras. Bueno... no demasiados, eso es malo para los dientes".

"Eso suena sospechoso", respondió Encore, sus ojos brillantes parpadeando de curiosidad. En lugar de responder a la pregunta de Aalto, recogió a Cosmos y a Cloudy, acercándolos a sus oídos. "¿Lanitas? ¿Tienes algo que decirme? Hmm... ¡Vaya, en serio? ¿Así que este tío raro es en realidad un buen tipo? ¡No puede ser!"

"Oye, te perdonaré por llamarme tío ahora, pero ¿qué pasa con el 'No puede ser'? ¿No parezco el tipo perfecto?"

"Como Cosmos y Cloudy dijeron que eres un buen tipo, Encore irá contigo", dijo, intentando que su tono sonara formal, "pero Cosmos y Cloudy también vienen. Son mis mejores amigos".

"Claro", Aalto estuvo de acuerdo sin dudar. ¿No son solo unos peluches ordinarios? Aalto estudió los peluches frente a él, intentando entender la perspectiva de un niño. Le pareció extraño, pero Encore parecía creer realmente en su existencia.

¡Era una aventura, una nueva aventura! Encore abrazó a sus compañeros Woolie con alegría, girando primero con Cosmos y luego con Cloudy. A medida que crecía, aprendió a tratar a todos sus amigos con igual amor y cuidado.

De repente, una pregunta crucial golpeó a Encore. "¿Qué vamos a hacer?"

"Bueno..." Aalto se puso las gafas de sol una vez más, respondiendo, "¡Salvar el mundo, por supuesto!"