Información
Lumi VA
Chino: Voz: Jing Chen
Japonés: Voz: Suzuki Minori
Coreano: Voz: Jeong Hae Eun
Inglés: Voz: Emily Cass
Informe de Examen Forte de Lumi
Poder de Resonancia
Laberinto de colores
Informe de Evaluación de Resonancia
Base de Evaluación: [Evaluación de Resonancia 1159-G]
El momento exacto del Despertar de la Resonadora Lumi no está claro. Se observó luminiscencia espontánea desde su infancia, y gradualmente ganó control sobre la luz.
La Marca Tácita de la Resonadora Lumi está ubicada en su pierna derecha. Las observaciones posteriores al Despertar no han encontrado cambios físicos significativos.
El Patrón del Espectro de Resonancia de Lumi refleja las características de la luz. Cuando exhibe su Forte, puede convertir la luz en energía Electro y suministrarla a materiales específicos.
El análisis de las muestras de prueba ha revelado una Curva de Rabelle no convergente con una forma de onda periódica notable. Por lo tanto, Lumi se clasifica como una Resonadora Congénita.
Informe de Diagnóstico de Overclock
El gráfico de ondas de la Resonadora Lumi muestra fluctuaciones elípticas. El patrón en el Dominio del tiempo es regular y no se observan formas de onda anormales.
Criticidad Resonante: Alta. Resonadora Lumi posee alta estabilidad con mínimo riesgo de overclock.
Los registros indican que no hay historial de overclock.
Se recomienda realizar exámenes de rutina, sin necesidad actual de asesoramiento psicológico.
Objetos Apreciados y Favores de Lumi
Rotulador Lollo
Fabricado por Logística Lollo, este rotulador ha sido el compañero constante de Lumi a lo largo de Solaris. Lo utiliza para firmar documentos logísticos y para relatar sus aventuras en su diario de viaje.
En sus travesías, Lumi ha cruzado caminos con extraños fascinantes y bondadosos, ha degustado delicias locales y bocadillos peculiares, y ha documentado enigmáticas Disonancias Tácitas que permanecen inexploradas. Incluso las anécdotas ligeras compartidas por sus colegas encuentran su lugar en su diario, registradas con alegría y entusiasmo.
Bastón de navegante
Cuando Lumi se unió a Logística Lollo, enfrentó desafíos para dominar su Forte.
Bajo la guía de una mentora experimentada, creó este bastón de mando de campo, que se convirtió en su fiel compañero durante sus días más inquietos. Fue testigo de su transformación, pasando de una novata temblorosa a una navegante hábil y, finalmente, a una líder de equipo de confianza.
En la oscuridad de la noche, el brillo resplandeciente del bastón emite un destello reconfortante, símbolo del crecimiento de Lumi.
Peluche Squeakie
Un peluche antiestrés diseñado por Lumi a imagen de su amado compañero, Squeakie.
A medida que la vida avanza, Lumi se enfrenta a muchos desafíos inesperados. Aunque navega hábilmente por sus propias dificultades, las luchas de los demás pueden ser bastante complicadas; los deseos y expectativas de cada persona son tan variados como los paquetes que maneja.
Cuando está sola, Lumi a veces aprieta el peluche con fuerza, permitiendo que el peso de sus preocupaciones se disipe con cada apretón.
Historia de Lumi
Recuerdos de la montaña
Fuera de una vieja casa en Yuezhou, un campo de juncos se extiende junto a un lago. Al norte, el agua se estrecha; al sur, se ensancha, asemejándose a una pera cortada, con la superficie resplandeciente bajo el cielo nocturno.
El aire de verano estaba cargado de calor, sumiendo al mundo en un sopor adormilado.
En la quietud de la tarde, Lumi se acurrucaba en los brazos de su madre en una mecedora junto a la ventana. Sus párpados se cerraban mientras miraba somnolienta hacia afuera. La suave brisa de un ventilador acariciaba su piel, haciéndola fruncir los ojos de satisfacción. El coro de insectos llenaba el patio, y Lumi se acurrucaba aún más cerca de su madre, arrullada por los reconfortantes sonidos del pueblo.
Este pequeño lugar era la Aldea Changzhuang. Nadie recordaba muy bien por qué se llamaba así, pero con el tiempo se acostumbraron a su nombre.
Los desastres tras el Lamento se habían extendido por todo Huanglong. Incluso aquí, en lo profundo de las montañas de Yuezhou, dejaron su marca indeleble, aislando al pueblo del mundo exterior: la tecnología se desmoronó y los aldeanos volvieron a las viejas costumbres, cultivando, cazando y sobreviviendo como sus ancestros. La vida se dictaba por el sol naciente y poniente. Con el tiempo, la gente de la Aldea Changzhuang se acostumbró a la paz y simplicidad de este estilo de vida.
El día que nació Lumi, toda la casa se iluminó. La bebé envuelta brillaba suavemente, captando la atención de cada aldeano, que se reunió en el patio, curioso por ver a la recién nacida que resplandecía como un pequeño faro. Los resonadores eran raros aquí, y aquellos como Lumi, con un poder innato, eran aún más escasos. Sin embargo, en un pueblo tan tranquilo como Aldea Changzhuang, no había grandes desafíos que necesitaran ser resueltos por una niña resonadora. Por lo tanto, Lumi creció libre de preocupaciones, como cualquier otro niño del pueblo, aprendiendo los caminos de las montañas y campos: cómo rastrear huellas de animales salvajes y distinguir qué plantas podían saciar el hambre.
La gente de la Aldea Changzhuang disfrutaba refrescándose bajo la sombra de un árbol. Mientras Lumi corría entre los árboles con sus amigos, su luz innata parpadeaba como si realizara una alegre danza. Los ancianos del pueblo la llamaban cariñosamente "Rayito de Sol", mientras que sus amigos la apodaban "Lumi la Luciérnaga". Sin embargo, Lumi a menudo se preguntaba sobre su extraño don, sin estar segura de su propósito. Más veces de las que le gustaría, era una molestia; durante las cacerías, su luz parpadeaba incontrolablemente, asustando a la presa.
Tras ser invitada a quedarse fuera temporalmente de las cacerías, el corazón de Lumi se hundió con frustración. Sola, deambuló hasta los pantanos junto a los juncos y se sentó. Su resplandor titiló, se atenuó y luego se iluminó de nuevo mientras practicaba, tratando de controlar la luz. Finalmente, el agotamiento se apoderó de ella y se quedó dormida. A pesar de sus luchas, Lumi nunca se sintió apresurada.
La vida en la Aldea Changzhuang era lenta y siempre había tiempo para crecer y aprender.
La superficie resplandeciente del lago se sumió en la oscuridad. La brisa nocturna se llevó los croares de las ranas. Mañana sería otro día.
El aire de verano estaba cargado de calor, sumiendo al mundo en un sopor adormilado.
En la quietud de la tarde, Lumi se acurrucaba en los brazos de su madre en una mecedora junto a la ventana. Sus párpados se cerraban mientras miraba somnolienta hacia afuera. La suave brisa de un ventilador acariciaba su piel, haciéndola fruncir los ojos de satisfacción. El coro de insectos llenaba el patio, y Lumi se acurrucaba aún más cerca de su madre, arrullada por los reconfortantes sonidos del pueblo.
Este pequeño lugar era la Aldea Changzhuang. Nadie recordaba muy bien por qué se llamaba así, pero con el tiempo se acostumbraron a su nombre.
Los desastres tras el Lamento se habían extendido por todo Huanglong. Incluso aquí, en lo profundo de las montañas de Yuezhou, dejaron su marca indeleble, aislando al pueblo del mundo exterior: la tecnología se desmoronó y los aldeanos volvieron a las viejas costumbres, cultivando, cazando y sobreviviendo como sus ancestros. La vida se dictaba por el sol naciente y poniente. Con el tiempo, la gente de la Aldea Changzhuang se acostumbró a la paz y simplicidad de este estilo de vida.
El día que nació Lumi, toda la casa se iluminó. La bebé envuelta brillaba suavemente, captando la atención de cada aldeano, que se reunió en el patio, curioso por ver a la recién nacida que resplandecía como un pequeño faro. Los resonadores eran raros aquí, y aquellos como Lumi, con un poder innato, eran aún más escasos. Sin embargo, en un pueblo tan tranquilo como Aldea Changzhuang, no había grandes desafíos que necesitaran ser resueltos por una niña resonadora. Por lo tanto, Lumi creció libre de preocupaciones, como cualquier otro niño del pueblo, aprendiendo los caminos de las montañas y campos: cómo rastrear huellas de animales salvajes y distinguir qué plantas podían saciar el hambre.
La gente de la Aldea Changzhuang disfrutaba refrescándose bajo la sombra de un árbol. Mientras Lumi corría entre los árboles con sus amigos, su luz innata parpadeaba como si realizara una alegre danza. Los ancianos del pueblo la llamaban cariñosamente "Rayito de Sol", mientras que sus amigos la apodaban "Lumi la Luciérnaga". Sin embargo, Lumi a menudo se preguntaba sobre su extraño don, sin estar segura de su propósito. Más veces de las que le gustaría, era una molestia; durante las cacerías, su luz parpadeaba incontrolablemente, asustando a la presa.
Tras ser invitada a quedarse fuera temporalmente de las cacerías, el corazón de Lumi se hundió con frustración. Sola, deambuló hasta los pantanos junto a los juncos y se sentó. Su resplandor titiló, se atenuó y luego se iluminó de nuevo mientras practicaba, tratando de controlar la luz. Finalmente, el agotamiento se apoderó de ella y se quedó dormida. A pesar de sus luchas, Lumi nunca se sintió apresurada.
La vida en la Aldea Changzhuang era lenta y siempre había tiempo para crecer y aprender.
La superficie resplandeciente del lago se sumió en la oscuridad. La brisa nocturna se llevó los croares de las ranas. Mañana sería otro día.
Hacia el horizonte
«Martes, día despejado. ¡Vi la puesta de sol desde el Pico Caidong! Pero Zhangzhang no vino… Parece que ha perdido interés en estas cosas».
Lumi hizo una pausa y cerró su cuaderno bajo la luz dorada del atardecer.
Era un cuaderno de tapa dura, grueso y robusto, un regalo de cumpleaños de sus padres que ella misma había escogido. Lo que comenzó como un diario se había transformado en un cuaderno de exploración a medida que crecía. De niña, Lumi se contentaba con recorrer los senderos de guijarros de Aldea Changzhuang, pero ahora, esos caminos se le quedaban cortos. Su curiosidad se extendía más allá de las fronteras del pueblo, anhelando descubrir los senderos que llevaban al mundo exterior.
El único inconveniente era que nadie había encontrado esos caminos en mucho, mucho tiempo.
Su padre le había contado sobre los numerosos intentos fallidos. A lo largo de los años, muchos intentaron hallar una salida más allá de las montañas, pero todos regresaron con las manos vacías, desorientados o, en el peor de los casos, no regresaron. Con el tiempo, los aldeanos se resignaron y se concentraron en las tareas inmediatas. La vida en Aldea Changzhuang era exigente: desde la siembra en primavera hasta el otoño, y luego la preparación para el largo invierno, cuando las montañas quedaban cubiertas de escarcha plateada, haciendo imposible cualquier exploración.
Lumi comprendía las demandas de la vida cotidiana, pero su curiosidad y anhelo de aventura ardían con más fuerza que nunca. Decidida a encontrar una salida, reunió a un grupo de amigos y formó un pequeño equipo de exploración. Al principio, el entusiasmo los impulsaba, seguros de que podían descubrir un camino. Sin embargo, pronto se encontraron con el mismo obstáculo que sus antepasados: las secuelas del Lamento habían torcido el terreno, eliminando cualquier salida posible.
Al principio, los contratiempos no les preocupaban. Eran niños, llenos de energía y esperanza. Pero, con el tiempo, el entusiasmo fue menguando. Los mayores se unieron a los equipos de trabajo, y otros perdieron el interés. El animado grupo de Lumi fue reduciéndose hasta que hoy, su exploración terminó antes de lo previsto, con todos ansiosos por regresar a casa antes del anochecer.
Lumi soltó un suspiro.
Sabía que para la mayoría de sus amigos, esto solo era una forma de pasar el tiempo.
Se levantó, llevó las manos a su boca y gritó hacia las montañas. Su voz resonó entre las rocas y los árboles, antes de desvanecerse en el aire vespertino.
El atardecer ardía en el horizonte, pintando el cielo con tonos rojos y dorados, antes de ceder al suave abrazo de la noche.
Lumi sonrió y se dio unas suaves palmaditas en las mejillas. No importaba. La emoción de descubrir lo desconocido seguía llenándola de entusiasmo.
«...¡Ah! Le contaré a Zhangzhang todo sobre la vista cuando nos encontremos para comer helado esta noche. Y también a Beihai, Ming...»
Susurró los nombres de sus amigos, despidiéndose de las montañas antes de girar sobre sus talones y bajar la colina. Iba sola, pero contenta.
Lumi hizo una pausa y cerró su cuaderno bajo la luz dorada del atardecer.
Era un cuaderno de tapa dura, grueso y robusto, un regalo de cumpleaños de sus padres que ella misma había escogido. Lo que comenzó como un diario se había transformado en un cuaderno de exploración a medida que crecía. De niña, Lumi se contentaba con recorrer los senderos de guijarros de Aldea Changzhuang, pero ahora, esos caminos se le quedaban cortos. Su curiosidad se extendía más allá de las fronteras del pueblo, anhelando descubrir los senderos que llevaban al mundo exterior.
El único inconveniente era que nadie había encontrado esos caminos en mucho, mucho tiempo.
Su padre le había contado sobre los numerosos intentos fallidos. A lo largo de los años, muchos intentaron hallar una salida más allá de las montañas, pero todos regresaron con las manos vacías, desorientados o, en el peor de los casos, no regresaron. Con el tiempo, los aldeanos se resignaron y se concentraron en las tareas inmediatas. La vida en Aldea Changzhuang era exigente: desde la siembra en primavera hasta el otoño, y luego la preparación para el largo invierno, cuando las montañas quedaban cubiertas de escarcha plateada, haciendo imposible cualquier exploración.
Lumi comprendía las demandas de la vida cotidiana, pero su curiosidad y anhelo de aventura ardían con más fuerza que nunca. Decidida a encontrar una salida, reunió a un grupo de amigos y formó un pequeño equipo de exploración. Al principio, el entusiasmo los impulsaba, seguros de que podían descubrir un camino. Sin embargo, pronto se encontraron con el mismo obstáculo que sus antepasados: las secuelas del Lamento habían torcido el terreno, eliminando cualquier salida posible.
Al principio, los contratiempos no les preocupaban. Eran niños, llenos de energía y esperanza. Pero, con el tiempo, el entusiasmo fue menguando. Los mayores se unieron a los equipos de trabajo, y otros perdieron el interés. El animado grupo de Lumi fue reduciéndose hasta que hoy, su exploración terminó antes de lo previsto, con todos ansiosos por regresar a casa antes del anochecer.
Lumi soltó un suspiro.
Sabía que para la mayoría de sus amigos, esto solo era una forma de pasar el tiempo.
Se levantó, llevó las manos a su boca y gritó hacia las montañas. Su voz resonó entre las rocas y los árboles, antes de desvanecerse en el aire vespertino.
El atardecer ardía en el horizonte, pintando el cielo con tonos rojos y dorados, antes de ceder al suave abrazo de la noche.
Lumi sonrió y se dio unas suaves palmaditas en las mejillas. No importaba. La emoción de descubrir lo desconocido seguía llenándola de entusiasmo.
«...¡Ah! Le contaré a Zhangzhang todo sobre la vista cuando nos encontremos para comer helado esta noche. Y también a Beihai, Ming...»
Susurró los nombres de sus amigos, despidiéndose de las montañas antes de girar sobre sus talones y bajar la colina. Iba sola, pero contenta.
Ciudad neón
«¿Estás despierta? Toma, bebe esto».
Cuando abrió los ojos, sus labios secos sintieron el toque fresco y dulce del agua. Instintivamente, sus manos se aferraron al recipiente, bebiendo con desesperación.
«Con calma, no te apresures», la voz, gentil y preocupada, le advirtió. «Te atragantarás si lo haces tan rápido».
Cuando la última gota descendió por su garganta, Lumi parpadeó, despejando su mente. Frente a ella, estaban sus rescatadores: un pequeño escuadrón de tres, todos vestidos de manera similar. La líder, una chica de sonrisa cálida, la ayudó a incorporarse.
«¿Eres de por aquí? Es sorprendente. Nos dijeron que no había nadie viviendo en estas partes», comentó la chica con un toque de curiosidad en su voz. «Parece que tendremos que actualizar nuestro mapa».
«Gracias... por salvarme», susurró Lumi, sus palabras temblorosas. El mundo que conocía era pequeño, confinado a las montañas y los estrechos límites de Aldea Changzhuang. «¿S-son del exterior?»
El escuadrón intercambió miradas, y fue entonces cuando Lumi notó el emblema en sus uniformes: un hámster regordete con un sombrero de paja, sonriendo con aire adorable.
Una mano se extendió, ayudándola a ponerse de pie, firme pero amable.
«Perdón por la tardanza en presentarnos. Somos de Logística Lollo, un escuadrón de entrega».
Meses después, Chengxiao sonrió mientras dejaba el peine a un lado y le daba una palmada en el hombro a Lumi.
«Mira. ¿Cómo te sientes?»
Lumi observó su reflejo, atónita al encontrarse con un rostro desconocido en el espejo. La chica que la miraba tenía rizos bien peinados y vestía un uniforme limpio y ajustado de Logística Lollo, luciendo como toda una citadina.
Chengxiao, la líder del escuadrón que la había rescatado, la había llevado desde la paz rural de Aldea Changzhuang hasta la bulliciosa ciudad, convirtiéndose en su mentora. Ahora, bajo su guía, Lumi había comenzado su nueva vida en Logística Lollo.
«Me veo... diferente», murmuró Lumi, rascándose la cabeza tímidamente. «Gracias, Chengxiao».
«Nada de formalidades», se rió Chengxiao. «Voy a entregar unos documentos. ¿Comedor después?»
«¡Claro!»
Cuando la puerta se cerró, Lumi volvió a mirar su reflejo, observándolo con detenimiento.
Acababa de aprobar la evaluación de Logística Lollo y aún se estaba adaptando a la vida en la ciudad. Comparada con el tranquilo entorno de Aldea Changzhuang, la ciudad era un torbellino constante. Las calles vibraban con actividad a cualquier hora. Incluso en la oscuridad de la noche, las luces brillaban y las voces llenaban el aire. Se sentía rodeada por muros, puertas y restricciones en cada rincón. En el pueblo, podía correr libre por el vasto paisaje sin preocuparse. Aquí, cada paso debía ser calculado, cuidadoso. Los mercados abarrotados la dejaban tanto emocionada como abrumada.
«Con calma, Lumi», se dijo a sí misma, respirando hondo. «Sin prisa. Sin prisa...»
Agarrando su sombrero de paja, tomó aire una vez más y abrió la puerta, lista para enfrentarse a la bulliciosa ciudad nuevamente.
Cuando abrió los ojos, sus labios secos sintieron el toque fresco y dulce del agua. Instintivamente, sus manos se aferraron al recipiente, bebiendo con desesperación.
«Con calma, no te apresures», la voz, gentil y preocupada, le advirtió. «Te atragantarás si lo haces tan rápido».
Cuando la última gota descendió por su garganta, Lumi parpadeó, despejando su mente. Frente a ella, estaban sus rescatadores: un pequeño escuadrón de tres, todos vestidos de manera similar. La líder, una chica de sonrisa cálida, la ayudó a incorporarse.
«¿Eres de por aquí? Es sorprendente. Nos dijeron que no había nadie viviendo en estas partes», comentó la chica con un toque de curiosidad en su voz. «Parece que tendremos que actualizar nuestro mapa».
«Gracias... por salvarme», susurró Lumi, sus palabras temblorosas. El mundo que conocía era pequeño, confinado a las montañas y los estrechos límites de Aldea Changzhuang. «¿S-son del exterior?»
El escuadrón intercambió miradas, y fue entonces cuando Lumi notó el emblema en sus uniformes: un hámster regordete con un sombrero de paja, sonriendo con aire adorable.
Una mano se extendió, ayudándola a ponerse de pie, firme pero amable.
«Perdón por la tardanza en presentarnos. Somos de Logística Lollo, un escuadrón de entrega».
Meses después, Chengxiao sonrió mientras dejaba el peine a un lado y le daba una palmada en el hombro a Lumi.
«Mira. ¿Cómo te sientes?»
Lumi observó su reflejo, atónita al encontrarse con un rostro desconocido en el espejo. La chica que la miraba tenía rizos bien peinados y vestía un uniforme limpio y ajustado de Logística Lollo, luciendo como toda una citadina.
Chengxiao, la líder del escuadrón que la había rescatado, la había llevado desde la paz rural de Aldea Changzhuang hasta la bulliciosa ciudad, convirtiéndose en su mentora. Ahora, bajo su guía, Lumi había comenzado su nueva vida en Logística Lollo.
«Me veo... diferente», murmuró Lumi, rascándose la cabeza tímidamente. «Gracias, Chengxiao».
«Nada de formalidades», se rió Chengxiao. «Voy a entregar unos documentos. ¿Comedor después?»
«¡Claro!»
Cuando la puerta se cerró, Lumi volvió a mirar su reflejo, observándolo con detenimiento.
Acababa de aprobar la evaluación de Logística Lollo y aún se estaba adaptando a la vida en la ciudad. Comparada con el tranquilo entorno de Aldea Changzhuang, la ciudad era un torbellino constante. Las calles vibraban con actividad a cualquier hora. Incluso en la oscuridad de la noche, las luces brillaban y las voces llenaban el aire. Se sentía rodeada por muros, puertas y restricciones en cada rincón. En el pueblo, podía correr libre por el vasto paisaje sin preocuparse. Aquí, cada paso debía ser calculado, cuidadoso. Los mercados abarrotados la dejaban tanto emocionada como abrumada.
«Con calma, Lumi», se dijo a sí misma, respirando hondo. «Sin prisa. Sin prisa...»
Agarrando su sombrero de paja, tomó aire una vez más y abrió la puerta, lista para enfrentarse a la bulliciosa ciudad nuevamente.
A través de aguas y montañas
«Squeakie, me siento mareada...» murmuró Lumi, apoyándose en el borde de la cama mientras el barco se sacudía violentamente. Las olas golpeaban el casco con fuerza, y cada sacudida parecía empujarlos más cerca de las profundidades. Apretó su peluche de hámster con fuerza, cerrando los ojos, deseando que el viaje tormentoso terminara de una vez.
Finalmente, tras días de navegar en la tormenta, el puerto apareció en el horizonte. Donde el mar tocaba el cielo, las gaviotas graznaban en la distancia. Al pisar tierra firme, Lumi exhaló un profundo suspiro de alivio. «Gracias a Dios», murmuró, agradecida por el fin del tormento. Detrás de ella, Tangtang y Fulei tambaleaban, aún pálidos por el mareo, intentando estabilizarse tras el difícil viaje.
«¿Estáis bien?» Lumi preguntó mientras guiaba a Tangtang y Fulei hacia un banco cercano para descansar.
«Lumi, ¿fue tan malo cuando llegaste a Rinascita por primera vez?» inquirió Tangtang, con la cabeza aún agachada.
Lumi soltó una risa. «¡Oh, sí! Por eso os dije que os mantuvierais en forma. Hay lugares mucho más difíciles de alcanzar que este».
Tangtang gimió, asintiendo. «¿Por qué te recuperaste tan rápido? Estabas tan mareada como nosotros hace un momento...»
Lumi sonrió, recordando su primer viaje aquí con Chengxiao. «Créeme, estaba igual de mal. Mis piernas se sentían débiles, quería vomitar, y casi juré no volver a subirme a un barco».
Fulei asintió en acuerdo. «El barco se balanceaba mucho. Fue aterrador...»
Tangtang y Fulei eran novatos que acababan de unirse a Logística Lollo y fueron asignados al equipo de Lumi para su entrenamiento. Aunque Logística Lollo le había confiado la tarea de guiarlos, Lumi no estaba tan segura de estar lista para esa responsabilidad. No es que odiara cuidar de otros; simplemente le preocupaba no cumplir con las expectativas de estos nuevos esperanzados. Chengxiao siempre lo había hecho parecer fácil. ¿Podría ella realmente hacer lo mismo?
«Lumi», dijo Tangtang, interrumpiendo sus pensamientos, «siempre hablas de Chengxiao, pero nunca la he visto en la sucursal. ¿Dónde está?»
«Ya no trabaja en el campo», respondió Lumi suavemente.
«¿Qué? Pero no dijiste que era una "Navegante Destacada" cada año. ¿Por qué se fue?» preguntó Fulei, con los ojos muy abiertos.
Lumi miró al cielo azul, que se extendía sobre Raguna de manera increíblemente clara.
«Porque... la vida», explicó, como había hecho una vez en su infancia. «A veces, la vida te lleva por caminos diferentes. Solaris es enorme, y estar en Logística Lollo significa viajar todo el año. Chengxiao quería algo más estable, así que siguió adelante».
Tangtang inclinó la cabeza. «¿Y tú? ¿A tu familia le importó que hicieras esto?»
«Tuvieron sus preocupaciones», admitió Lumi. «Pero esta es mi vida, y me encanta: viajar, ver cosas nuevas, conectar personas a través de Solaris. Eso es lo que significa Logística Lollo. Chengxiao me enseñó mucho, y haré lo mejor para transmitirlo a ambos».
Sus palabras flotaron en el aire mientras los dos nuevos las consideraban.
Lumi sonrió. «La vida está llena de idas y venidas», continuó. «Algunas personas se bajan del barco, otras suben. Pero mientras haya quienes estén dispuestos a llevar la antorcha, nuestro lema "Lo prometido es deuda" seguirá adelante».
Se levantó y se estiró, con Squeakie posado en su hombro y acurrucándose contra su mejilla. «Descansad diez minutos más y luego nos vamos. ¡Ah, y querréis probar el famoso helado triple de Raguna! Invito yo».
«¡Sí!» respondieron al unísono.
«¡Por favor!» añadieron, llenos de entusiasmo.
Finalmente, tras días de navegar en la tormenta, el puerto apareció en el horizonte. Donde el mar tocaba el cielo, las gaviotas graznaban en la distancia. Al pisar tierra firme, Lumi exhaló un profundo suspiro de alivio. «Gracias a Dios», murmuró, agradecida por el fin del tormento. Detrás de ella, Tangtang y Fulei tambaleaban, aún pálidos por el mareo, intentando estabilizarse tras el difícil viaje.
«¿Estáis bien?» Lumi preguntó mientras guiaba a Tangtang y Fulei hacia un banco cercano para descansar.
«Lumi, ¿fue tan malo cuando llegaste a Rinascita por primera vez?» inquirió Tangtang, con la cabeza aún agachada.
Lumi soltó una risa. «¡Oh, sí! Por eso os dije que os mantuvierais en forma. Hay lugares mucho más difíciles de alcanzar que este».
Tangtang gimió, asintiendo. «¿Por qué te recuperaste tan rápido? Estabas tan mareada como nosotros hace un momento...»
Lumi sonrió, recordando su primer viaje aquí con Chengxiao. «Créeme, estaba igual de mal. Mis piernas se sentían débiles, quería vomitar, y casi juré no volver a subirme a un barco».
Fulei asintió en acuerdo. «El barco se balanceaba mucho. Fue aterrador...»
Tangtang y Fulei eran novatos que acababan de unirse a Logística Lollo y fueron asignados al equipo de Lumi para su entrenamiento. Aunque Logística Lollo le había confiado la tarea de guiarlos, Lumi no estaba tan segura de estar lista para esa responsabilidad. No es que odiara cuidar de otros; simplemente le preocupaba no cumplir con las expectativas de estos nuevos esperanzados. Chengxiao siempre lo había hecho parecer fácil. ¿Podría ella realmente hacer lo mismo?
«Lumi», dijo Tangtang, interrumpiendo sus pensamientos, «siempre hablas de Chengxiao, pero nunca la he visto en la sucursal. ¿Dónde está?»
«Ya no trabaja en el campo», respondió Lumi suavemente.
«¿Qué? Pero no dijiste que era una "Navegante Destacada" cada año. ¿Por qué se fue?» preguntó Fulei, con los ojos muy abiertos.
Lumi miró al cielo azul, que se extendía sobre Raguna de manera increíblemente clara.
«Porque... la vida», explicó, como había hecho una vez en su infancia. «A veces, la vida te lleva por caminos diferentes. Solaris es enorme, y estar en Logística Lollo significa viajar todo el año. Chengxiao quería algo más estable, así que siguió adelante».
Tangtang inclinó la cabeza. «¿Y tú? ¿A tu familia le importó que hicieras esto?»
«Tuvieron sus preocupaciones», admitió Lumi. «Pero esta es mi vida, y me encanta: viajar, ver cosas nuevas, conectar personas a través de Solaris. Eso es lo que significa Logística Lollo. Chengxiao me enseñó mucho, y haré lo mejor para transmitirlo a ambos».
Sus palabras flotaron en el aire mientras los dos nuevos las consideraban.
Lumi sonrió. «La vida está llena de idas y venidas», continuó. «Algunas personas se bajan del barco, otras suben. Pero mientras haya quienes estén dispuestos a llevar la antorcha, nuestro lema "Lo prometido es deuda" seguirá adelante».
Se levantó y se estiró, con Squeakie posado en su hombro y acurrucándose contra su mejilla. «Descansad diez minutos más y luego nos vamos. ¡Ah, y querréis probar el famoso helado triple de Raguna! Invito yo».
«¡Sí!» respondieron al unísono.
«¡Por favor!» añadieron, llenos de entusiasmo.
En el camino
Desde que reanudó su conexión con el mundo exterior, Aldea Changzhuang había experimentado un cambio drástico. Nuevos edificios y comodidades aparecían por todas partes, pero cuando Lumi regresó a casa, sintió una profunda oleada de nostalgia.
Quizás aquellos que anhelaban el cambio ya se habían marchado, como Lumi en su momento, mientras que los que permanecieron habían mantenido sus viejos hábitos y ritmos diarios. El sol se ponía y, mientras caminaba por el pueblo, el humo de las hogueras de cocina se elevaba perezosamente hacia el cielo, mezclándose con las risas y el zumbido de los insectos vespertinos.
Sus padres la recibieron en casa, colocando un humeante cuenco de fideos frente a ella—la carne generosa, el caldo rico, complementado por una cucharada de fragante aceite de chile.
Lumi se puso a comer; el calor le sonrojaba las mejillas mientras sorbía los fideos con avidez. Su madre se rió suavemente y le pasó un vaso de agua.
«Despacito, Lumi, nadie te va a robar la comida», bromeó su madre.
Después de un largo sorbo de agua y caldo, se recostó, dejando escapar un suspiro de satisfacción.
Su padre, sentado cerca, golpeó su pipa. «¿Has estado fuera mucho tiempo, eh? ¿Cómo va tu trabajo?»
Lumi sonrió. «Ha sido difícil, pero las cosas están mejorando. Alguien realmente me ayudó—¡{Male=un héroe;Female=una heroína} de Jinzhou, de hecho!»
Su madre levantó una ceja, divertida. «¿Oh? ¿Nuestra pequeña Lumi codeándose ahora con peces gordos?»
Lumi rió, sus ojos brillantes. «¡Es verdad! Estaba teniendo problemas con algunas cosas del trabajo, pero gracias a {Male=él;Female=ella}, lo solucioné todo. Esto fue lo que pasó…»
A la mañana siguiente, con el pueblo aún envuelto en la calma del amanecer, Lumi salió de casa para disfrutar del paisaje matutino de los campos. No había cambiado tanto como para no reconocerlo; aún conservaba las huellas del lugar que la había formado.
Deambuló sin rumbo, perdida en sus pensamientos, hasta que una suave palmada en el hombro la trajo de vuelta al presente.
«¿Lumi? ¿Qué haces aquí tan lejos?»
Lumi parpadeó y se volvió para ver a Zhangzhang, su amiga de la infancia, de pie detrás de ella, sonriendo.
«¡Oh, Zhangzhang! Solo estaba… recordando. Ha pasado un tiempo.» Su mirada se desvió hacia la recién pavimentada carretera que serpenteaba por las colinas. «Ni siquiera puedo decir dónde estamos.»
Zhangzhang rió. «Sí, se terminó recientemente—mucho más suave que antes, ¿eh? Una vez fue tu lugar favorito, ¿recuerdas?» Luego, desvió la mirada hacia la carretera y continuó: «Aunque no mucha gente pasa por aquí. Pero he oído que tu equipo de Logística Lollo visita regularmente.» Hizo una pausa, intrigada. «A propósito, ¿has estado en algún lugar interesante últimamente? ¿Algo que compartir? He estado pensando en irme a ver el mundo por mí misma también…»
Lumi asintió y comenzó a relatar sus últimas aventuras, compartiendo historias de ciudades distantes y tierras desconocidas con su amiga de la infancia.
Cuando se despidieron, Lumi encontró una piedra junto al camino y se sentó en ella, apoyando su barbilla mientras miraba al cielo. Sabía que tenía que seguir adelante; solo entonces vería cosas nuevas, provocaría cambios y haría una diferencia para los demás.
A medida que la noche se desvanecía, la primera luz de la mañana bañaba las montañas adormecidas.
Allí, en la distancia, donde el camino de montaña se encontraba con el cielo, la silueta familiar de un vehículo de Logística Lollo brillaba al sol mientras se acercaba a Aldea Changzhuang.
Quizás aquellos que anhelaban el cambio ya se habían marchado, como Lumi en su momento, mientras que los que permanecieron habían mantenido sus viejos hábitos y ritmos diarios. El sol se ponía y, mientras caminaba por el pueblo, el humo de las hogueras de cocina se elevaba perezosamente hacia el cielo, mezclándose con las risas y el zumbido de los insectos vespertinos.
Sus padres la recibieron en casa, colocando un humeante cuenco de fideos frente a ella—la carne generosa, el caldo rico, complementado por una cucharada de fragante aceite de chile.
Lumi se puso a comer; el calor le sonrojaba las mejillas mientras sorbía los fideos con avidez. Su madre se rió suavemente y le pasó un vaso de agua.
«Despacito, Lumi, nadie te va a robar la comida», bromeó su madre.
Después de un largo sorbo de agua y caldo, se recostó, dejando escapar un suspiro de satisfacción.
Su padre, sentado cerca, golpeó su pipa. «¿Has estado fuera mucho tiempo, eh? ¿Cómo va tu trabajo?»
Lumi sonrió. «Ha sido difícil, pero las cosas están mejorando. Alguien realmente me ayudó—¡{Male=un héroe;Female=una heroína} de Jinzhou, de hecho!»
Su madre levantó una ceja, divertida. «¿Oh? ¿Nuestra pequeña Lumi codeándose ahora con peces gordos?»
Lumi rió, sus ojos brillantes. «¡Es verdad! Estaba teniendo problemas con algunas cosas del trabajo, pero gracias a {Male=él;Female=ella}, lo solucioné todo. Esto fue lo que pasó…»
A la mañana siguiente, con el pueblo aún envuelto en la calma del amanecer, Lumi salió de casa para disfrutar del paisaje matutino de los campos. No había cambiado tanto como para no reconocerlo; aún conservaba las huellas del lugar que la había formado.
Deambuló sin rumbo, perdida en sus pensamientos, hasta que una suave palmada en el hombro la trajo de vuelta al presente.
«¿Lumi? ¿Qué haces aquí tan lejos?»
Lumi parpadeó y se volvió para ver a Zhangzhang, su amiga de la infancia, de pie detrás de ella, sonriendo.
«¡Oh, Zhangzhang! Solo estaba… recordando. Ha pasado un tiempo.» Su mirada se desvió hacia la recién pavimentada carretera que serpenteaba por las colinas. «Ni siquiera puedo decir dónde estamos.»
Zhangzhang rió. «Sí, se terminó recientemente—mucho más suave que antes, ¿eh? Una vez fue tu lugar favorito, ¿recuerdas?» Luego, desvió la mirada hacia la carretera y continuó: «Aunque no mucha gente pasa por aquí. Pero he oído que tu equipo de Logística Lollo visita regularmente.» Hizo una pausa, intrigada. «A propósito, ¿has estado en algún lugar interesante últimamente? ¿Algo que compartir? He estado pensando en irme a ver el mundo por mí misma también…»
Lumi asintió y comenzó a relatar sus últimas aventuras, compartiendo historias de ciudades distantes y tierras desconocidas con su amiga de la infancia.
Cuando se despidieron, Lumi encontró una piedra junto al camino y se sentó en ella, apoyando su barbilla mientras miraba al cielo. Sabía que tenía que seguir adelante; solo entonces vería cosas nuevas, provocaría cambios y haría una diferencia para los demás.
A medida que la noche se desvanecía, la primera luz de la mañana bañaba las montañas adormecidas.
Allí, en la distancia, donde el camino de montaña se encontraba con el cielo, la silueta familiar de un vehículo de Logística Lollo brillaba al sol mientras se acercaba a Aldea Changzhuang.
Líneas de Voz de Lumi
Pensamientos: I
¡Hola! ¡He oído hablar de ti desde hace tiempo! ¿Cómo? ¡Logística Lollo tiene estaciones por todas partes, así que las noticias se propagan rápido! Y, por si no lo sabías, ¡eres el tema de conversación en Jinzhou!
Pensamientos: II
¿Este tono de llamada de la Terminal? ¡Sí, lo creé yo! Pensé que sería una manera genial de dar a conocer el nombre de Logística Lollo... Es pegajoso, ¿verdad? Mis colegas también lo adoptaron, y ahora suena por todas partes.
Pensamientos: III
Este es Squeakie, mi peluche. ¡Dale un apretón, ¿no es adorable?! Lo hice cuando me uní a Logística Lollo. Todo era tan nuevo, quiero decir, aterradoramente nuevo... y estaba súper nerviosa por el trabajo. ¡Tener a Squeakie cerca fue un gran consuelo!
Pensamientos: IV
Mi esmalte de uñas está todo descascarado... ¡Es hora de un nuevo color! Cuando me mudé a la ciudad por primera vez, probé todo tipo de estilos para encajar, pero siempre terminaba viéndome ridícula. Ahora he encontrado mi propio estilo. Así que, ¿qué color crees que debería elegir?
Pensamientos: V
Nunca salí de mi pueblo mientras crecía, pero una vez que lo hice, me convertí en un viajero inquieto. Montar en mi bicicleta con el viento en los oídos es una sensación increíble. Sigo conociendo gente nueva y despidiéndome de ellos... todo es parte del viaje, ¿verdad? Apuesto a que tú también eres así, siempre en movimiento. Es una gran manera de vivir, ¿no crees? Estoy segura de que nos encontraremos de nuevo en algún lugar del camino. Y cuando eso suceda, ¡vamos a probar la comida local y ponernos al día sobre nuestras aventuras!
El pasatiempo de Lumi
Anoto todos los lugares interesantes, las personas y los eventos en mi diario de viaje. Si las palabras no son suficientes, hago un boceto. ¡He llenado tantos diarios desde que me uní a Logística Lollo!
El problema de Lumi
¡Nunca hay suficiente tiempo! Entregando paquetes, planificando nuevas rutas, poniéndome al día con amigos y escribiendo en mi diario... ¡Ojalá pudiera estar en un millón de lugares a la vez!
Comida favorita
¡Los fideos de arroz son mis favoritos absolutos! Échales un poco de chile, una pizca de vinagre y espolvorea cebolla verde... ¡delicioso! La próxima vez que estés en Yuezhou, ¡te invito!
Comida que no le gusta
Hmm... ¿Cómo lo llamaban? Una especialidad local que probé durante una entrega: unos fideos en un caldo de pescado dorado con verduras verdes. ¡No sabía tan bien como parecía—ugh, era tan amargo! ¡Nunca más!
Ideales
¡Vaya! Desde que construyeron una carretera en nuestro pueblo, ¡las cosas han estado locas! Hemos levantado tantas cosas nuevas. He estado supervisando a mi equipo, asegurándome de que todos estén bien: algunos buscan ascensos, otros necesitan más dinero para sus familias y otros quieren viajar. Jeje, son días ajetreados, pero se siente genial ser necesario... ¡Espero que siga así!
Chat: I
¿Esto en mi cabeza? Es mi insignia de identificación de empleado. La he sujetado al cabello para evitar accidentes mientras llevo cosas. Ahora todos conocen mi nombre al instante. ¡Perfecto!
Chat: II
Ese día, dejé mi aldea y escalé la montaña, más allá de donde nadie había llegado antes. Pronto me encontré en un vasto campo, con el aire fresco y húmedo del rocío. Estaba tan emocionado que comencé a brillar, y esa luz atrajo a las Disonancias Tácitas... Hice todo lo posible por ahuyentarlas, pero luego perdí el conocimiento. Lo siguiente que supe fue que un equipo de Logística Lollo me salvó, sus luces atravesando la oscuridad, las más brillantes que jamás haya visto.
Acerca de Jianxin
Cuando entrego paquetes, no siempre encuentro un lugar donde quedarme, así que a veces descanso al aire libre. Una vez, me desperté y vi a la señorita Jianxin durmiendo una siesta sobre una roca en el borde del acantilado. Parecía... tan ligera, como una pluma...
Acerca de Chixia
Ma Xiao (Fang)... ups, quise decir Chixia, ¡jeje! Ejem, los paquetes de la Patrullera Chixia suelen ser aperitivos y merchandising del Drama de Héroe. La última vez que recibió uno, estaba tan emocionada que prácticamente salió saltando de la habitación.
Acerca de Youhu
Los paquetes de Youhu siempre vienen asegurados, repletos de valiosas antigüedades. No sé mucho sobre estos objetos, pero por la manera en que los maneja, se nota que son verdaderos tesoros para ella.
Acerca de Baizhi
Los paquetes de la investigadora Baizhi son pesadísimos, llenos de gruesos volúmenes y otros objetos extraños. Ella dice que son para fines de investigación...
Acerca de Zhezhi
En realidad, rara vez tengo la oportunidad de ver a la señorita Zhezhi en persona... Es una noctámbula y casi nunca sale durante el día. Así que he estado dejando sus pinturas y papel en la puerta de su casa.
Deseos de cumpleaños
La señora Panhua me ha dejado usar su estufa hoy. En mi pueblo, celebramos los cumpleaños con fideos de longevidad calientes, ¡cubiertos con dos huevos escalfados! Oye, ¡tienes que sorberlo todo de un tirón, nada de morder! Jeje... ¡Feliz cumpleaños! Que tu camino siempre brille por delante.
Inactivo: I
Todavía no entregado?...Venga...
Inactivo: II
*Sonido de esfuerzo*
Inactivo: III
¡Squeakie! ¡Basta de jugar con la carta!
Autopresentación
¡Hola! ¡Soy Lumi! ¿Necesitas enviar algo? ¡Estoy aquí para ayudarte como la navegante de Logística Lollo!
Saludo
No te preocupes, ¡mi luz te protege!
Unirse al equipo: I
¡Justo a tiempo!
Unirse al equipo: II
¡Una nueva página en mi diario!
Unirse al equipo: III
Que ilumine tu camino.
Ascensión: I
¿Soy yo, o la bombilla de mi cola está más brillante que antes?
Ascensión: II
Trazar nuevas rutas para Logística Lollo requiere un entrenamiento físico constante.
Ascensión: III
¡Eres increíble! ¿Sabías que Squeakie salta más alto y más rápido gracias a tus consejos?
Ascensión: IV
Solían llamarme Sol Alegre en mi aldea. ¡Pero prefiero Lumi! El sol se pone por la noche, pero yo siempre estoy lista para iluminar el camino de alguien a casa.
Ascensión: V
¿Entonces, me estás diciendo que ya soy una navegante de primera? ¿De verdad? No, no, ¡no te acomodes demasiado, Lumi! Aún queda mucho por recorrer, ¡hay que seguir avanzando!
Liberación de resonancia: I
¡Squeakie, a por los malos!
Liberación de resonancia: II
¡Squeakie, protege la carga!
Liberación de resonancia: III
¡Squeakie, despeja el camino!
Habilidad Intro
¡Vamos!
Golpe: I
¡Squeakie, cuidado!
Golpe: II
¡Se está rompiendo!
Herido: I
¡El tiempo apremia!
Herido: II
Carga dañada...
Herido: III
¡Squeakie, corre!
Derrotado: I
Navegación... fallida...
Derrotado: II
Ya no brilla más...
Invocación de Eco
¡Genial!
Transformación de Eco
¡Mira esto!
Enemigos acercan
¡Squeakie, alerta!
Planeador
¡Cuanto más alto, mejor!
Sensor
¡Aquí está!
Cofre de suministros: I
¡Vaya, qué descubrimiento!
Cofre de suministros: II
¡Qué suerte la mía!
Cofre de suministros: III
¡Mira esto, Squeakie!