Vals de nieve

Basis de Evaluación: [Evaluación de Resonancia 2105-G] Según los informes del Resonador Sanhua, Sanhua nació con una estructura ocular anormal que resultó en ceguera en ambos ojos. El posterior encuentro con la Disonancia Tácita durante una ventisca causada por el Fenómeno de Erosionda dejó erosiones de frecuencia en su ojo derecho, lo que llevó a la visión anormal de Sanhua y el posterior Despertar de Forte. La Marca Tácita del Resonador Sanhua se encuentra en su pupila derecha, solo visible cuando ejerce su Forte. Después de analizar los testimonios y los exámenes médicos de Sanhua, hemos identificado los cambios físicos que siguieron a su Despertar. Estos incluyen una reacción de frecuencia caótica de su pupila derecha cerca de la Marca Tácita, que aparece de color rojo. La erosión también está avanzando, evidente en el cambio de color de gris a rojo en su pupila izquierda. Sanhua ha adquirido una visión anormal y control sobre la nieve a través de su Forte, su fuerza está vinculada a su enfoque. Después de analizar sus explicaciones, nuestra conclusión inicial es que su visión se diferencia de la norma, lo que le permite percibir las frecuencias de los objetos directamente. Las pruebas de frecuencia muestran una precisión del 99.64% en su visualización. El Patrón de Espectro de Resonancia de Sanhua es idéntico al de la nieve. Además, los patrones de espectro de sus pupilas son idénticos al intervalo de Fluctuación de Frecuencia de los DTs conocidas. Ambas pruebas revelaron fuertes reacciones de Sintonía, y la causa exacta de su Despertar sigue sin estar clara. El análisis de las muestras de prueba ha revelado una Curva de Rabelle no convergente con un fuerte aumento en su sección media. Por lo tanto, Sanhua se clasifica como un Resonador Mutante.

El gráfico de ondas de la Resonadora Sanhua muestra fluctuaciones elípticas. El patrón del Dominio del tiempo es estable sin ondas anormales. Los resultados del examen se determinan dentro de los parámetros normales. Sin embargo, el riesgo de overclock de Sanhua persiste. Criticidad resonante: Muy estable. Sin embargo, constantemente se encuentra al borde del nivel de Criticidad. El riesgo de overclock sigue siendo alto. La Resonadora Sanhua tiene un historial documentado de Overclock. Calificación máxima de Overclock: Moderado. Los Overclocks pasados de Sanhua causaron ventiscas de nivel 2 debido a sus largos períodos al borde de la Criticidad resonante y a las extremas Reacciones de fluctuación de frecuencia. No se informaron bajas civiles en estos incidentes. Esta serie de eventos se documentan actualmente bajo el código EX01521, clasificados como eventos de riesgo de clase 3. La frecuencia de Sanhua fluctúa debido a la erosión, causando explosiones de energía y alteración de la percepción. Su Overclock conduce a una propagación de erosión más rápida y cambia su pupila izquierda de gris a rojo. Debido a las tendencias pasadas de Overclock de la Resonadora Sanhua, se aconseja un seguimiento cercano de su condición psicológica y física. Se requieren asesoramiento y exámenes de rutina.

En lugar de su nombre, a Sanhua se la conoce más comúnmente como "la guardaespaldas de la Magistrada".

Siempre se ve a Sanhua de pie, en silencio, detrás de Jinhsi, manteniendo una distancia adecuada. Se mantiene erguida y compuesta, oculta en la periferia de la mirada de los demás, como una hoja afilada lista para ser desenvainada en cualquier momento.

Aunque la mayoría de las voces que se oponían a Jinhsi ya se han calmado, todavía hay un puñado de individuos que intentarían desafiar su autoridad. Debido a que Jinhsi todavía ostentaba el título de Magistrada de Jinzhou, la guardaespaldas aparentemente tosca e inflexible a su lado parecía el objetivo más fácil para la presión. O eso asumían.

Independientemente de lo imposibles que parecían las demandas malintencionadas, Sanhua siempre puede ejecutarlas a la perfección.

Con su impecable gestión del tiempo, su agudo intelecto, su serenidad bajo presión y sus habilidades de negociación... incluso los críticos más duros se quedaron asombrados.

Como guardaespaldas de la Magistrada, Sanhua se ocupa tanto de los desordenados invitados diurnos, como de los invitados no invitados que se esconden en las sombras.

Siendo Jinhsi la Magistrada de Jinzhou, es un objetivo principal con un alto precio en su cabeza. Los invitados no deseados buscaban más que una taza de té, pero pronto aprenderían su error: en lugar de té caliente, se encontraban con la hoja afilada de su guardaespaldas. La guardaespaldas de ojos carmesí parecía poseer una habilidad sobrenatural para detectar mentiras. En cuestión de segundos, se transformaba en una temible Asura lista para atacar.

Un rápido corte revelaba miembros temblorosos mientras las piernas de los pantalones cortados caían en el aire frío. Esto solo era suficiente para asustar a la mayoría de los invitados no deseados. Naturalmente, una vez que la hoja volvía a su vaina, todas las sombras y los tratos sombríos se borraban. La radiancia de Jinhsi permanecería intacta, libre de contaminación.

Pero a veces, incluso Sanhua se encuentra con sorpresas en la vida...

"Hola. ¿Eres la guardaespaldas de la señora Magistrada?"

Así preguntó el extraño resonador que se encontraba frente a ella, que poseía la misma hermosa frecuencia en forma humana que Jinhsi.

Su mundo de repente se llenó de nuevas ondas.

La historia de Sanhua comenzó con la nieve.

Su lugar de nacimiento fue destruido por un desastre de Erosionda, alimentado por una ventisca despiadada y la aparición de mortíferas Disonancias Tácitas.

En cuestión de momentos, todas las formas de vida fueron aplastadas por la ventisca anómala, solo para ser reconfiguradas en una colosal DT de pie en la cima de la montaña nevada convertida en Campo Tácito. La vista era a la vez impresionante y horrenda, ya que la DT encajada se cernía sobre el paisaje devastado,

ambas, divina y demoníaca en su presencia. Se asemejaba a una gigantesca estatua de Asura.

Los Rangers de Medianoche hicieron todo lo que estuvo en su poder para finalmente derrotar a la colosal DT. Finalmente, se derrumbó y se desintegró en rugidos penetrantes. Mientras limpiaban el campo de batalla, se sorprendieron al encontrar a una infante congelada en medio de los escombros, su cuerpo frío y de un tono azulado.

La infante aún respiraba débilmente.

Nadie podía imaginar cómo podría haber sobrevivido a tal cataclismo, ni nadie tenía tiempo para reflexionar sobre tales pensamientos. Los Rangers limpiaron las manchas de sangre de sus manos y la levantaron con cuidado de los escombros. Gritaron, "¡Hemos encontrado a un bebé! ¡Una superviviente! ¡Está viva!"

Sus gritos de emoción se hicieron eco más allá de las líneas de frente, infundiendo coraje en cada soldado y extendiendo su amor por la vida a través del campo de batalla, un bálsamo reconfortante para sus espíritus agotados. La gente creía que esto era "un milagro de favor divino".

Varios días después, la niña rescatada de las profundidades del infierno abrió por primera vez sus cautivadores ojos de colores extraños. Los Disonancias Tácitas no le quitaron la vida, sino que en su lugar corroyeron su ojo derecho. Las frecuencias persistentes milagrosamente se reconfiguraron en un nuevo ojo, permitiéndole a ella, que nació ciega, ver directamente las frecuencias de todas las cosas en el mundo.

— Desconocido para todos en aquel entonces, también era una "Maldición del Lamento".

La maldición distorsionó todo en sus ojos en apariciones grotescas, espeluznantes y cacofónicas, perturbando sus sentidos y destrozando su percepción de la existencia en el mundo. No veía mentiras, pero tampoco veía la luz.

Vivía una y otra vez esa noche nevada, luchando por escapar del infierno solo para caer de nuevo en él, hasta que ella misma se convirtió en una Asura. En cierto modo, nunca fue realmente rescatada de aquel campo de batalla. Su mundo era una pintura del purgatorio, y estaba condenada a ser atormentada por los Disonancias Tácitas por el resto de su vida, incapaz de liberarse.

Sanhua soñaba ocasionalmente con la nieve.

Desde una temprana edad, Sanhua había sido silenciosa y reservada, y no particularmente buena en las interacciones sociales. Un aura helada siempre la envolvía, aislándola de los demás. Los transeúntes temían la inexplicable congelación que causaba.

Era vigilante, peligrosa e inescrutable. Podría ser difícil para los demás imaginar que alguien como Sanhua tendría pesadillas recurrentes con la nieve.

En sus sueños, siempre se perdía en una oscuridad interminable, buscando un campo de nieve, o un destello de luz. Pero en el siguiente instante, estaría yaciendo en el suelo nevado, rodeada de monstruos retorcidos. Mordisqueaban su cuerpo mientras yacía entre cientos de cadáveres destrozados. Mientras le arrancaban los ojos, la oscuridad descendía y solo quedaban sus sombras parpadeantes. Y luego se despertaba de un sobresalto.

A medida que se hacía mayor, su Forte se volvía cada vez más poderoso. El inquieto demonio se escondía en su interior, instándola a seguir el instintivo hambre de los DTs para consumir frecuencias: el poder de la nieve se volvía más difícil de contener para ella, e incluso las frecuencias entre los humanos y los DTs se volvían cada vez más desafiantes de distinguir.

A veces, Sanhua pensaba que había escapado de la pesadilla, solo para darse cuenta de que todavía estaba atrapada en ella y se había transformado en un monstruo. ¿Fue su falta de compasión o la dureza de la nieve lo que causó esto? O tal vez, simplemente era parte de la nieve desde el principio.

Enfrentando un destino inevitable entrelazado con demonios, Sanhua se embarcó en un viaje de autoexilio.

Recientemente, Sanhua todavía soñaba con la nieve.

Sanhua nunca necesitó luces en su habitación; podía ver perfectamente en la oscuridad. Así que cuando se despertó de otra pesadilla y notó la presencia de luz, se dio cuenta de inmediato de que debía ser Jinhsi todavía trabajando en sus documentos.

"Perdóname, señorita..." Sanhua se disculpó por no cumplir con su deber.

Una joven estaba escribiendo vigorosamente en la lámpara. Al notar movimiento, levantó la cabeza, "Creo que te pedí que descansaras, Sanhua. No podría terminar la mitad para mañana por la mañana sin tu ayuda. Te quedaste toda la noche ordenándolos."

"Señorita, debes descansar. Por favor, déjame encargarme de esto."

"Por favor, Sanhua. ¿Realmente te dejaría manejar esos aburridos papeles sola? No hay manera." Jinhsi reflexionó por un momento, luego ofreció una sonrisa traviesa, "Si quieres ayudar, simplemente quédate y charla conmigo un rato. Terminaré pronto."

"Por supuesto. ¿De qué te gustaría hablar? ¿Debo recitarte el Sutra del Corazón?"

"Oh, entonces dime ¿qué soñaste? Creo que te escuché murmurar en tu sueño."

"Tal vez estaba recitando el Sutra del Corazón en mi sueño, entonces."

"... ¿Tenemos que seguir volviendo a eso? La verdad sea dicha, trabajar en estos documentos comienza a cansarme..."

"Hmm... Soñé contigo, señorita. Estabas de pie en la nieve... Te veías hermosa."

Sanhua respondió con una cálida sonrisa. Su viaje a seguir ya no estaba solo.

Sanhua había visto la nieve antes.

Sanhua recorrió varios lugares durante su exilio. Viajó a montañas y llanuras remotas, contemplando una extensión desolada e inexplorada desde un acantilado.

Presenció fisuras en forma de estrella extendiéndose por la tierra, las Marcas Tácitas, de las cuales las DTs continuamente nacían. Corroían la tierra en la que la humanidad confía para su supervivencia, de la misma forma en que una vez corroían sus ojos.

Sanhua intentó matar a los monstruos, pero no encontró consuelo. El caos interminable de ruido la atormentaba, día y noche. Su única motivación era la supervivencia, empujándola hacia adelante a pesar del constante asalto a sus sentidos.

Era como una cometa flotando sobre la naturaleza, guiada solo por un delgado hilo que parecía romperse en cualquier momento. Dejó que la nieve la golpeara, perdida y sin rumbo. Dondequiera que vagaba, las ventiscas arrasaban todo a su paso. Se convirtió en una calamidad.

A medida que la notoriedad de Sanhua se extendía, la gente la perseguía. No sabía quiénes eran, o por qué intentaban matarla. De alguna manera se dio cuenta de que debía contener al demonio dentro de ella, pero el pánico siempre prevalecía y siempre luchaba antes de huir angustiada.

Hasta que un día, la acorralaron y la atraparon en las montañas. Fue entonces cuando finalmente "vio" la nieve, una lluvia dorada de copos de nieve radiantes, como pétalos cayendo del cielo.

La vista era hipnotizante. Olvidó su dilema y su dolor, atraída por una voz profunda y mágica que calmaba su mente. Cuando la ventisca se despejó, se encontró rodeada de nieve dorada. Un hombre apareció y se reveló como el abad. Pronto se dio cuenta de que todo era una ilusión destinada a iluminarla.

"Todos los fenómenos condicionados son como un sueño, una ilusión, una burbuja, una sombra; como el rocío o un destello de relámpago. Así se debería contemplar. Lo que percibes como sufrimiento, pero no sabes que el sufrimiento conduce a la salvación... Solo con el karma de uno, puede surgir la causa y el resultado de uno."

Sanhua apenas entendía el significado de esas palabras, pero no intentó escapar. El abad la aceptó... o más bien, fue capturada y llevada al templo, como una gata callejera. Nadie podría haber predicho que sería domesticada no por la fuerza, sino por las silenciosas flores cayendo y un consejo.

En el templo, se le otorgó el nombre de dharma "Sanhua". Practicaba esgrima y recitaba el Sutra del Corazón a diario con los otros monjes.

Sanhua se preguntaba: Si el karma ayuda a que cada causa se convierta en su resultado predestinado, ¿hacia qué resultado llevará su propio karma?

Sanhua se encontró una vez más en el campo de batalla, donde la sangre y el fuego se entrelazaban, dispuesta a luchar por lo que le fue arrebatado. Hace años, le quitaron sus ojos y su antiguo hogar, cuando no pudo defenderse. Pero ahora, estaba en el campo de batalla como una guerrera, con la nieve como su maldición, como su espada.

Sus ojos comenzaban a cansarse por las abrumadoras frecuencias de la DT, y sus oídos se llenaban de gritos ensordecedores. A través de la ventisca, vio una visión horrorosa que se asemejaba a su antigua pesadilla, una que no había soñado en años.

Cientos de cadáveres se amontonaban para formar un enorme Asura frente a ella, pero al observar más de cerca, reconoció las caras de aquellos a quienes llamaba compañeros...

Estaba atrapada en una ilusión, observando impotente como el demonio dentro de ella la consumía con una fuerza voraz. Sus habilidades, que una vez fueron una fuente de poder, ahora la controlaban y la devoraban. La maldición que le daba fuerza parecía inútil frente a la abrumadora fuerza del Lamento.

"... Al final, nada cambió nunca."

Sanhua se derrumbó de agotamiento, abrumada por monstruos y alucinaciones. Murmuró en voz baja para sí misma cuando cayó al suelo.

Perdió la cuenta de cuántas heridas había sufrido, solo sintió que el calor se le escapaba. Volvía a la pesadilla de su infancia, yacía de nuevo en aquel campo de nieve. El frío consumía su cuerpo mientras se fundía con el suelo helado.

Mientras el mundo descendía a un estado de silencio y oscuridad total, un copo de nieve entró en su visión borrosa.

"...Nieve..."

Sanhua extendió la mano, anhelando tocar aquel frío, pero en su lugar, sus yemas de los dedos fueron recibidas con calor.

...No, no era un copo de nieve.

Sanhua luchó por parpadear mientras la visión clara de una joven emergía gradualmente en su visión. Era una frecuencia que nunca había visto antes.

La joven se paró frente a Sanhua, protegiéndola del daño. El rayo parecía fluir en sus yemas de los dedos. La ventisca caótica que giraba alrededor de Sanhua se dirigía hacia ella, y ella guiaba esas frecuencias, llevándolas gradualmente a la estabilidad. Las estaciones cambiaban a su alrededor, el trueno y los vientos distantes señalaban su llegada. Como una niña divina que responde a las oraciones, erradicó todas los Disonancias Tácitas con su deslumbrante rayo.

Siguiendo el deshielo, los agudos gritos en los oídos de Sanhua fueron disminuyendo gradualmente. Ya no oía los dolorosos gritos del campo de batalla, sino los sonidos del viento, los pájaros y la tierra rejuvenecida. Fue en ese momento cuando finalmente se liberó de aquella noche nevada, y el tiempo, que una vez estuvo congelado, comenzó a fluir de nuevo en su vida.

Fue entonces cuando Sanhua finalmente entendió lo que el karma tenía reservado para ella.

"Solo con el karma de uno, pueden surgir la causa y el resultado." Jinhsi le ha mostrado a Sanhua el poder de la reencarnación en la destrucción. Jinhsi... Ella puede ser la luz guía para todas las personas durante este tiempo devastador.

El futuro que Jinhsi ha demostrado es precisamente donde yace su destino. La luz que ha estado persiguiendo en la oscuridad todo este tiempo.

Sanhua tomó su espada de nuevo. Esta vez, ha transformado a sus demonios en el poder para la protección.