Resplandor eterno

Evaluación base: [Evaluación de resonancia 2326-G] El momento preciso del Despertar de la Resonadora Changli sigue siendo incierto. Los informes indican que la Resonadora Changli mostró signos tempranos de manipulación del fuego durante su infancia, a menudo luchando para controlarlo. Sin embargo, a medida que Changli maduró en la adultez, la frecuencia y estabilidad de estas manifestaciones mejoraron notablemente. La Marca Tácita de la Resonadora Changli está situada en la parte inferior de su pecho. Los exámenes posteriores al Despertar han identificado alteraciones específicas en sus atributos físicos. Estas incluyen un desvanecimiento gradual del color del cabello en las puntas y marcas de quemaduras en forma de plumas en su brazo izquierdo, que emiten un resplandor ardiente influenciado por su Forte. El Patrón de espectro de resonancia de Changli refleja las características del fuego, mostrando una reacción de Sintonía robusta en las pruebas. A pesar de que el desencadenante exacto de su Despertar sigue siendo incierto, no se ha identificado ninguna otra muestra con una similitud en el Patrón de espectro de resonancia que exceda el 60%. El Forte de la Resonadora Changli se alinea estrechamente con el espíritu mítico del pájaro de la leyenda de Huanglong, posiblemente influenciado por su inmersión temprana en cuentos relacionados con esta criatura legendaria. La Resonadora Changli posee la habilidad única de comprimir llamas en delicados proyectiles con forma de pluma. Su Forte, una vez desatado, tiene el poder de crear incendios abrasadores de calor excepcional, capaces de devastar una gran área. Un signo revelador de que su Forte está activo es la aparición de una sola pluma ardiente con un patrón similar a un ojo en su frente, que describe como el "Ojo de la mente." El análisis de las muestras de prueba ha revelado una Curva de Rabelle no convergente con un ascenso estable. Se han detectado fluctuaciones ocasionales dentro del rango normal. Por lo tanto, Changli está identificada como una Resonadora natural.

El gráfico de ondas de la Resonadora Changli muestra fluctuaciones elípticas. El patrón del dominio del tiempo es estable, sin forma de onda anormal. Criticidad resonante: Alta. La frecuencia de la Resonadora Changli muestra alta estabilidad, y el riesgo de overclocking es mínimo. La Resonadora Changli tiene un historial documentado de Overclocking. Calificación máxima registrada de Overclock: Negligible. Según el informe de Changli, experimentó Overclocking durante su infancia debido a una exposición prolongada a un entorno peligroso. Esto causó que su Forte entrara en un estado explosivo múltiples veces para autoconservación o protección de otros, resultando en una marca de quemadura permanente en su brazo izquierdo. Sin embargo, a medida que creció y ganó más control sobre su Forte, la fluctuación de la frecuencia se estabilizó y la marca de quemadura no empeoró. Puede haber daños físicos irreversibles por la explosión del Forte, lo que podría potencialmente acortar la esperanza de vida de la Resonadora Changli. Se recomiendan chequeos físicos regulares, mientras que el asesoramiento psicológico no es actualmente necesario.

La gente que visita el Ayuntamiento últimamente rara vez ve a la legendaria Consejera, Changli, como dirían.

Aunque la Consejera Changli nunca ha sido una figura pública, como la asistente de mayor confianza de la Magistrada de Jinzhou, es conocida por todos en Jinzhou. Sin embargo, hay variados y extraños rumores inquietantes sobre ella.

Se dice que la Consejera Changli, durante su tiempo en la capital, propuso la renovación de los Hogares de Refugio en Huanglong para proporcionar un mejor hogar para los refugiados que perdieron sus hogares después del Lamento; también impulsó la reducción de los impuestos comerciales en Jinzhou y la asignación de alimentos y fondos para aliviar mejor a Jinzhou de las secuelas de la Batalla Bajo la Media Luna.

Se dice que tan pronto como la Consejera Changli llegó al Ayuntamiento, resolvió sin esfuerzo dos fuerzas de bandidos que habían estado atrincheradas alrededor de Jinzhou durante mucho tiempo. Solo una conversación y una "trampa obvia" fueron suficientes para que las dos fuerzas sospecharan y lucharan entre sí hasta que ninguna fue una amenaza más.

Se dice que la Consejera Changli no se convirtió en Consejera después de que la Centinela eligiera a la Magistrada de Jinzhou, sino que se había ofrecido voluntariamente para venir a Jinzhou, para enseñar a la joven Jinhsi y para ayudarla a hacerse cargo del poder que era demasiado pesado para una niña.

"¿Es eso cierto? La versión que escuché decía que esas fueron acciones llevadas a cabo por el Secretario General anterior, y que ella solo fue degradada a la frontera porque ofendió al poder que existía, ¿verdad?"

"Bueno, por lo que escuché, se convirtió en una discípula directa del Maestro Xuanmiao y fue recomendada por el Secretario General anterior. Sus discursos y debates en todo el reino han convencido a todas las grandes mentes de nuestro país. ¿Cómo podría ser una aduladora?"

"¿De qué estás hablando? Escuché que es descendiente de un gran ermitaño y vino a Jinzhou porque su familia necesita una voz en los centros de poder..."

Mientras la gente chismorreaba sobre ella, Changli permaneció imperturbable. Cuando pasó junto a quienes susurraban a sus espaldas, su mirada gentil pero firmemente silenció sus palabras.

Los rumores se extendieron como un reguero de pólvora sobre la nueva Magistrada de Jinzhou, elegida por la Centinela. Una joven, aparentemente aún no mayor de edad, ocupaba este poderoso puesto. Algunos susurraban que Changli tenía demasiada influencia y trató de derrocar a la Magistrada actual antes de tomar el poder ella misma.

Después de la ceremonia, Changli entregó el poder a Jinhsi y se convirtió en su Consejera. En tres años, la vida mejoró para todos en Jinzhou, y estaban agradecidos con la Magistrada. Sin embargo, nadie sabía cuánto ayudó Changli detrás de escena.

Todos los que han conocido a Changli dicen que siempre tiene una sonrisa amable y trata a todos, desde generales hasta soldados, por igual, pero cuando está sola, siempre tiene una especie de aura imponente que aleja a los posibles visitantes.

"La última vez que me encontré con la consejera Changli en la estación de patrulla, parecía súper interesada en los árboles del patio, por alguna razón... pensé que tenía deberes importantes que atender, pero simplemente pasó una tarde entera... observando hormigas..."

"¿Y luego?"

"¡Entonces un sospechoso buscado se entregó de repente! Al principio estábamos cautelosos, pensando que era una trampa. Pero cuando apareció la consejera Changli, la villana se asustó visiblemente y confesó todo, incluso viejos casos que aún no habían sido resueltos. Fue el caso más importante de mi carrera..."

"¿Qué pasa con la consejera Changli?"

"Se fue en algún momento. Ni siquiera nos dimos cuenta. Hmm, ella realmente es una persona inescrutable..."

Antes de convertirse en la tutora de Jinhsi, Changli solo la había visto una vez cuando era una niña.

Mientras estaba en Jinzhou, Changli a menudo escuchaba cánticos de un salón cercano mientras caminaba por el Ayuntamiento. Una niña sentada entre pilas de libros, luchando por comprender teorías más allá de su edad.

"'El que no puede ver la causa del orden o el caos no hará la ley'... Pero ¿cómo puedo ver las raíces mismas de todo? ¿Cómo puedo obtener tales conocimientos?" Mientras cantaba, la niña no pudo evitar caer confundida.

Esa figura pequeña y trabajadora le recordó a Changli cómo solía luchar de una manera igualmente desesperada para tragarse la mayor cantidad de conocimiento posible, tratando de convertirse en una adulta que no era.

Siguió el impulso de inclinarse hacia adelante y respondió a la duda de la niña.

"Gracias, señora. Me iluminaste", expresó la niña su gratitud palabra por palabra, con su voz inmadura, antes de levantar la vista nuevamente después de una cuidadosa vacilación y preguntar: "Entonces, ¿cómo se puede llegar a ser una buena Magistrada y traer orden a esta ciudad?"

"¿Por qué preguntas eso?"

"La gente de Jinzhou ha sido víctima de la guerra durante mucho tiempo. Quiero traerles paz y prosperidad."

"...No es una tarea fácil."

"Es cierto, pero debo intentarlo todo lo que pueda."

"Paz y prosperidad"...

Cuando Changli miró a los ojos de la niña, vio determinación y fuerza, como pequeños destellos de luz de estrellas.

"Muy bien. Entonces te ayudaré a cumplir tu deseo", declaró.

Al final, la niña se convirtió en Magistrada de Jinzhou, designada por su Centinela. Mientras Jinhsi trabajaba incansablemente en el Ayuntamiento, Changli permaneció a su lado, respondiendo preguntas y ofreciendo consejos siempre que fuera necesario.

Para la mayoría, los cuentos heroicos son demasiado grandiosos e intrascendentes. Solo valoran comodidades simples como una comida caliente y un sueño reparador como formas de mejorar la vida.

"Una Magistrada no debe perderse en la burocracia, sino más bien relacionarse con la gente", advirtió Changli a Jinhsi.

"Sí, maestra". A través de los rituales tradicionales de pedir deseos de Jinzhou, se conectó con los ciudadanos y trabajó por una ciudad próspera y empática.

Changli observa cómo Jinhsi está rodeada de gente emocionada, cuyos rostros ya no están cubiertos por la tristeza y la fatiga, sino por el verdadero deleite y la gratitud.

Ahora que ha surgido una gobernadora sabia en Jinzhou, ni la gente ni la Corte Central dudarían de la competencia de Jinhsi.

"Haz lo que quieras, te apoyaré", dijo Changli mientras sembraba semillas de conocimiento e iluminaba el camino de Jinhsi. La antorcha encendió el cielo, iluminando el futuro de esta joven.

A pesar de su persistente infantilismo, sabía que esta niña algún día se convertiría en una Magistrada capaz, protegiendo cada centímetro de Jinzhou. Tal como su maestra había hecho por ella, guiaría a su estudiante e iluminaría el camino a seguir.

El dueño de la Librería Yanqing, Changqing, se encontró recientemente con dos incidentes extraños.

El primero tiene que ver con su negocio.

Con tantos artículos para ofrecer de la vasta y rica tierra de Huanglong, los artículos populares en Jinzhou nunca se quedan. Recientemente, los libros de papel han pasado de moda y la librería local ha sufrido.

Sin embargo, el negocio ha mejorado inesperadamente en los últimos días, y la librería de Changqing ha visto una afluencia de clientes.

Muchos de los clientes de la librería parecían ser funcionarios de la Corte Central, a juzgar por su vestimenta.

Cuando Changqing les preguntó al respecto, la mayoría mencionó que el Secretario General había recomendado este lugar en particular.

¿La Secretaria General? Aunque sabía que había una nueva Secretaria General en el cargo, Changqing no podía comprender por qué alguien como él, un humilde dueño de una librería, estaría vinculado a individuos de tan alto rango.

El segundo incidente extraño gira en torno a la fachada descuidada de la librería Yanqing.

Bajo el peso de la depresión, había estado desatendida durante demasiado tiempo. Incluso el tendero de al lado le aconsejó a Changqing que reparara la puerta antes de que disuadiera a los clientes potenciales.

"Changqing, deberías arreglar tu puerta. Si empeora, nadie visitará tu tienda nunca más!"

"No te preocupes. Aunque mi tienda puede no ser tan elegante como las de la capital, tengo la mayor colección de textos antiguos y clásicos. ¡La gente seguramente se enterará!"

Aunque puede haber parecido confiado, Changqing no estaba seguro de renovar la vieja tienda él mismo. Consideró contratar a alguien durante el auge actual del negocio.

Al día siguiente, llegó a la tienda y encontró que la fachada se había transformado milagrosamente de la noche a la mañana. La placa y la puerta estaban relucientes, mostrando orgullosamente "Librería Yanqing".

Una nota en el mostrador decía: "En agradecimiento por la amabilidad del dueño de la librería, me tomé la libertad de hacer algunos trabajos de renovación como gesto de agradecimiento".

La nota no estaba firmada, pero el patrón de plumas de color bermellón en el papel le parecía algo familiar. Changqing sostuvo la nota y se sentó lentamente, sumiéndose en sus recuerdos.

Hace más de una década, la librería estaba en pleno auge con los clientes que iban y venían. Un día, una niña de unos ocho o nueve años empezó a colarse y a pasar tardes enteras leyendo libros.

Al principio, a Changqing no le importaba que los clientes leyeran sin comprar, siempre que no dañaran los libros ni afectaran al negocio.

Pero después de varios días de disminución de las ventas y menos clientes, empezó a preocuparse.

"¡Qué calor! ¡Hace demasiado calor aquí! No lo soporto más. ¡Vayamos a otro lado!"

A pesar del clima de principios de otoño, la habitación estaba inusualmente bochornosa. Changqing se secó la frente y buscó con cuidado, hasta que finalmente encontró a una niña acurrucada debajo de una estantería, completamente absorta en su libro.

Frente a ella, flotaba un fuego que calentaba todo el local mientras la niña se absorbía en el mundo de los libros. Esta vista llenó de rabia a Changqing.

"¿Qué estás haciendo, niña? "¡Estás quemando mi tienda!"

La chica se sobresaltó por un grito, e inmediatamente apagó el fuego. Changqing vio cómo la página que sostenía con fuerza se volvía amarilla, como si fuera a incendiarse pronto.

"¡Tú, tú eres...!"

La chica arrojó el libro apresuradamente. Su rostro enrojecido reveló una mezcla de pánico y culpa mientras observaba las páginas carbonizadas.

"Lo siento, está demasiado oscuro aquí, solo quería hacerlo más brillante..."

Cuando Changqing vio que su amado libro se estaba dañando, no pudo evitar recordar la reciente caída en las ventas. Su rostro se oscureció mientras agarraba una escoba del costado de la estantería y se preparaba para golpear a la chica responsable.

Sin embargo, ella era sorprendentemente rápida para su esbelta figura. Cuando Changqing la persiguió fuera de la librería, todo lo que pudo ver fue su cabello rojo desapareciendo en el bullicioso mercado. Se quedó de pie en la puerta, furioso y desconcertado.

"¡No vuelvas a mostrar tu cara nunca más!"

"¿Qué pasa?" El tendero de al lado salió con una sonrisa y preguntó: "¿No es esa la niña que puede controlar el fuego?"

"¿La conoces? ¡Casi quema mi tienda!"

"Oye, es una buena chica, no bromeo. Me ayudó hace unos días, solo para conseguir unos bollos al vapor. Es una pena que haya tenido que caminar hasta aquí sola, tan joven y todo. Escuché que su ciudad natal fue atacada por el brote de DT y nadie sobrevivió. No estoy seguro de cómo logró escapar..."

"¿Por qué no me lo dijiste antes?"

"Bueno, ¡no preguntaste! Pero ahora que esto sucedió... probablemente no regrese de nuevo."

La niña desapareció por el callejón y los sonidos de los niños jugando llegaron desde las paredes vecinas. Changqing miró el libro que estaba en el suelo, sin saber qué sentir.

El negocio en la Librería Yanqing había vuelto a la normalidad, con un flujo constante de amantes de los libros, pero la niña que solía leer tranquilamente entre las estanterías no estaba a la vista.

Para sorpresa de Changqing, la niña regresó una semana después.

"Este es todo mi dinero. ¡Lo juro, lo gané! Perdón por los libros que quemé... Solo tú tienes los libros que estoy buscando. Por favor, ¿puedo..."

La niña se mordió el labio, colocando tímidamente las Monedas Caparazón esparcidas de sus manos sobre el mostrador. Su pequeña figura ni siquiera era tan alta como el mostrador, por lo que solo se veía la mitad de su cabeza. Estaba de puntillas, su cuerpo temblaba ligeramente, pero sus ojos brillantes y algo obstinados todavía estaban fijos en él y no lo evadían.

"... Está bien."

Después de todos los días, la ira de Changqing se había calmado hace mucho. Hizo un gesto con la mano: "Vete, llévate tu dinero y no molestes mi negocio".

La niña hizo una reverencia y se fue sin decir nada. Se detenía y miraba hacia atrás mientras se alejaba. Changqing suspiró profundamente, observando su frágil figura y su ropa gastada en silencio. Se levantó, agarró una lámpara y se la dio a la chica con la llave de repuesto de la tienda.

"Tómala. No uses más fuego para iluminarte. Ven a leer de noche cuando no haya clientes."

"..."

"No te voy a dejar leer gratis. Tendrás que abrir la tienda por mí por la mañana."

"G-gracias, señor..."

Fue su primer vistazo a la sonrisa inocente y radiante de la chica.

Después de su encuentro inicial, la chica se convirtió en una habitual de la Librería Changqing. Como habían acordado, solo venía por las tardes y pasaba su tiempo absorta únicamente en la lectura. Por las mañanas, cuando Changqing regresaba, siempre encontraba la tienda inmaculadamente limpia y organizada.

Durante los días más fríos, la chica también la visitaba durante las horas del día. A pesar de las ráfagas invernales del exterior, la habitación estaba llena de una calidez acogedora. Changqing de vez en cuando echaba un vistazo a lo que la niña estaba leyendo y se daba cuenta de que eran libros sobre etimología e historia.

El comportamiento tranquilo de la niña desmentía su juventud, solo se animaba cuando se perdía en sus libros.

Un día, la niña desapareció. Se extendieron rumores: ¿se la llevaron los Discord de Tacet? ¿O sucumbió a las heridas en su viaje a la ciudad capital?

Al ver el patrón de llamas en la carta, Changqing sintió una chispa de esperanza. ¿Podría seguir viva?

"¿Disculpe?"

Los recuerdos de Changqing fueron interrumpidos por una dama alta y elegante parada en el mostrador. Sus ojos suaves y su cabello color llama, como las plumas de un pájaro mítico, se balanceaban suavemente con el viento. Colocó algunas Monedas Caparazón en el mostrador y preguntó con una sonrisa: "Señor, solo usted tiene los libros que estoy buscando. Por favor, ¿puedo tomarlos prestados?"

Se había transformado de una niña delicada a una joven secretaria general segura de sí misma, la comidilla de la ciudad. Cuando el sol salió e llenó la habitación con la luz matinal, el anciano dueño de la librería se rió entre dientes y le hizo un gesto para que continuara leyendo.

"Continúa... Léelo, aunque no pagues. Dudo que pueda obligarte a hacerlo ahora".

El maestro Xuanmiao había estado buscando a cierta persona.

La joven Changli acompañó a su anciano mentor a través de los paisajes de Huanglong. Aunque inicialmente se mostró reacio a ser mentor de otro estudiante, el venerado anciano se dedicó a transmitirle cada pizca de sabiduría en el tiempo limitado que pasaban juntos.

El maestro Xuanmiao era un devoto jugador de Weiqi. Durante los descansos de su agotador viaje, se sentaban al costado del camino para participar en intensas partidas. Él aprovechaba esos momentos no solo para jugar, sino también como oportunidades de enseñanza para Changli, impartiéndole sabiduría sobre pensamiento estratégico y dinámica de poder en cada movimiento. A veces, analizaba con ella una partida de Weiqi sin terminar, pero siempre parecía algo insatisfecho con sus respuestas.

Fue durante esos momentos que mencionó a un viejo amigo suyo, insinuando una búsqueda para reconectarse con este individuo a través de la tutela de Changli. A pesar de la curiosidad de Changli sobre la identidad y ubicación de esta misteriosa persona, su mentor simplemente sacudió la cabeza y le dijo: "Aún no ha llegado el momento".

El día que sintió que sus últimos momentos se acercaban, le confió a Changli su registro del juego de Weiqi y su preciado diario. Con solemnidad, le dijo a su devoto discípulo: "En este juego inacabado, encontrarás la verdad última".

Y así, continuando el legado del Maestro Xuanmiao, Changli emprendió su camino.

"... Un ser celestial descendió, ejerciendo el poder ilimitado del universo, abrazando el Eco inaugural en su interior..."
"... La enigmática figura con ojos de oro en medio de nubes arremolinadas y luces menguantes."
"... Firmemente al lado de la Centinela Jué, en un vínculo de camaradería íntima."

Siguiendo las notas del diario de su difunto mentor, continuó su búsqueda, descubriendo rastros de esa enigmática figura en varios lugares inesperados. A veces, eran los cuentos cautivadores contados por narradores experimentados; en otras ocasiones, eran meros fragmentos extraídos de archivos antiguos. Como un guardián silencioso, esta persona actuó como un ancla firme en mares turbulentos, guiando a la humanidad a través de los restos de calamidades pasadas hacia un horizonte esperanzador. Las huellas sutiles que dejó atrás tejieron un hilo casi imperceptible pero inquebrantable que unió vastos períodos de tiempo e historia que superaban con creces la duración ordinaria de las vidas mortales.

Le habían dicho que las señales de la llegada de esa persona serían imposibles de pasar por alto. Esa persona tenía el poder de cambiar verdaderamente el mundo. Sin embargo, su visión de un mundo pacífico y próspero requería más que la mera anticipación esperanzada de un salvador. Entendiendo que lograr sus sueños requería adquirir poder e influencia sustanciales, se embarcó en un viaje a través de diversas tierras, sumergiéndose en la sabiduría y perseverando ante cada desafío sin vacilar para cumplir con las expectativas depositadas en ella.

Al asumir el estimado papel de Secretaria General, por fin logró ingresar a las veneradas Grandes Bibliotecas. Dentro de la vasta extensión de conocimiento almacenada dentro de sus paredes, descubrió una revelación fundamental: una pista que la condujo a Jinzhou, una ciudad fronteriza en Huanglong.

A partir de entonces, todo se desarrolló exactamente como predijo la Centinela Jué. La persona que había estado buscando apareció en Jinzhou y protegió a la ciudad de un Trenodiano que estaba reviviendo. El ser, que antes era nebuloso en los registros y mitos antiguos, ahora se solidificó en una presencia clara y distinta dentro de su mente.

El día de su encuentro predicho, regresó a Jinzhou desde Mingting, la ciudad capital de Huanglong. Vio a la persona esperando en el puerto bajo la lluvia, luciendo inseguro.

Siguiendo las profecías de Jué, tenía fe en que sus caminos convergerían en el momento adecuado.
Y ese momento esperado estaba sobre ella.

Ocultando un torbellino de emociones detrás de su mirada, se acercó con pasos medidos. Usando su paraguas de papel adornado con un motivo de un pájaro espiritual, lo inclinó suavemente para protegerse de la lluvia, mientras sus miradas se encontraban en un intercambio sin palabras. La única presencia audible era la melodía silenciosa de las gotas de lluvia golpeando contra su paraguas.

Ella sonrió y preguntó suavemente: "¿Te atrapa aquí por la lluvia?"