Los eruditos del Soto pueden hilar el conocimiento en el árbol sagrado y, con el permiso de Cerces, recoger sus frutos, que contienen conocimiento condensado. Cada una de estas semillas bendecidas por los Titanes alberga más información que una biblioteca. Sin embargo, al igual que cualquier otro medio usado para almacenar el conocimiento, tiene una vida útil limitada. Por fortuna, su vida útil como alimento tiene una duración mucho más prolongada, lo que dio lugar a este delicioso fruto seco. "Espera... Entonces, si consigo uno fresco y me lo como, ¿me convertiré de repente en la persona más inteligente de Oqueima?". "Alguien lo intentó antes, y se volvió loco. No puedes meter todo un lago en un cuenco de agua".